Bar La Marina, clásico en Cáceres. Es sábado y hay cita especial. Allí se van a reunir un puñado de deportistas que hizo historia para el deporte local y regional. Faltan algunos. No pasa nada. Están en espíritu, están con ellos.

Son los chicos, o más bien los hombres ya maduros, del equipo que, bajo el nombre de EL PERIODICO EXTREMADURA, lograron el ascenso a la División de Honor de fútbol sala en el ya lejano 1992. En realidad son un grupo de amigos, como lo eran entonces. Quizá fue la clave de aquel éxito, nunca bien ponderado.

"Eramos todos de Cáceres, quizá el baloncesto hizo que no fuéramos lo suficientemente reconocidos", dice Ricardo Moreno, El Maestro , vicepresidente y delegado de aquel club que dirigía Fermín Naranjo. En efecto: fue el año inigualable del éxito multidisciplinar del deporte local: el Cáceres CB ascendió a la ACB, el Cacereño a la Segunda B y la AD Cáceres a la máxima categoría del voleibol nacional. El equipo de fútbol sala, nacido sin pretensión alguna nada más allá que el puro divertimento, también lo hizo.

Especiales siempre

Juan Polán y Javi Villar movieron a la gente para quedar en Cáceres. Y lo hicieron: no estuvieron Senso, Luis Clemente, Edinho o el mismo Naranjo por distintos motivos --ninguno por falta de ganas-- y el grupo disfrutó de una tarde que para algunos terminó avanzada la noche en La Madrila, sitio clásico para celebrar los muchísimos logros de este equipazo de gente muy especial, que tras ascender estuvo dos años más en la División de Honor.

Allí, todos mezclados, no faltaron el que después fue el capitán de la selección española, Javi Sánchez, actualmente en Castellón; Juan Eloy, el madrileño David Sequera (éste llegó a trabajar en este diario), el fisioterapeuta Pablo, David, Fondón, los nombrados Villar y Polán, Luis Figueroa, Angelín, Pepe, Chico. Todos ellos hicieron historia, todos juntos revivieron un éxito nunca reconocido en su justa medida.

"¿No te acuerdas de...?" fue el latiguillo más empleado en la emotiva jornada del grupo. Lógico. Que 20 años son mucho. ¿O no son nada?