Roger Federer recuperó la autoridad, puesta en entredicho en su anterior partido, para sobrepasar la tercera ronda y ampliar el camino de la defensa del título del Abierto de Australia, donde sobreviven los españoles Tommy Robredo, Fernando Verdasco y Nicolás Almagro, pero de donde descabalgó la belga Justine Henin, finalista el pasado año en el cuadro femenino.

Federer, advertido por la amenaza que supuso su encuentro ante francés Gilles Simon, resuelto a cinco sets de forma dramática, obvió los contratiempos ante el belga Xavier Malisse (6-3, 6-3 y 6-1) para no faltar a la cita de octavos de final.

El español Tommy Robredo es el próximo obstáculo del número dos del circuito. Después de su triunfo ante el ucraniano Sergei Stakhovsky (5-7, 6-2, 6-4 y 6-2), el jugador de Hostalric se topa otra vez con Federer, que frustró sus aspiraciones en 2007, cuando buscaba las semifinales, su mayor logro en el primer Grand Slam de la temporada.

Nicolás Almagro también espera a un adversario de renombre, el serbio Novak Djokovic. El tenista murciano accedió a la cuarta eliminatoria del primer Grand Slam del curso por segundo año consecutivo. Nunca ha pasado de aquí en Australia. Ayer dejó atrás al croata Ivan Ljubicic (6-4, 7-6(8) y 6-3).