La velocidad, una de las tres modalidades de la escalada, junto a la dificultad y el bloque, es el reto para los especialistas españoles ante el estreno olímpico de este deporte en Tokio 2020, afirma la campeona de la clasificación combinada a nivel nacional, la placentina Antía Freitas.

«La velocidad no existía hasta ahora en España», dijo a Efe Freitas, que se proclamó en octubre primera campeona nacional de la especialidad.

El Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó hace quince meses la admisión en los Juegos de Tokio de la escalada, con una única prueba combinada que premiará a los mejores en la suma de las tres pruebas, velocidad, dificultad y bloque.

«Después de la admisión en los Juegos, se introdujo en España la velocidad. Ahora mismo no hay rocódromo permanente, se está construyendo. En el Cerezo Wall de Extremadura, donde yo me entreno, tenemos montada la vía a trozos», explicó Freitas, que acaba la temporada como líder femenina de la combinada por delante de las aragonesas Rebeca Pérez y Ana Casanova.

La velocidad consiste en superar un muro en el menor tiempo posible; la dificultad, en ascender por una vía en un circuito que desafía la gravedad, con agarres artificiales; y el bloque en escalar piedras de poca altura, 3-8 metros, sin más ayuda que las manos.

«Para mí sería un sueño ir a los Juegos Olímpicos, me encantaría tener esa oportunidad, pero lo veo muy lejos, prácticamente imposible. Aunque quiero seguir intentándolo», dijo Freitas, que practica la escalada desde los siete años, tiene ahora 17 y estudia 2º de Bachillerato.

«No somos de los países más fuertes, hay deportistas muy buenos, pero las potencias son Francia, Eslovenia, Italia, Austria...», enumeró la joven escaladora. El año próximo la gran cita es el campeonato del mundo, en Innsbruck (Austria).