¿Puede un equipo presentar nueve plantillas distintas a lo largo de la temporada? El Cáceres Destino Turístico lo ha conseguido, en gran parte debido a sus problemas económicos que obligaron a la marcha de cuatro de sus cinco jugadores titulares a lo largo de la campaña. Los cambios se han notado en los resultados, pero menos que la desvastación que podía preverse. Son ligeramente mejores con la configuración inicial, pero no demasiado. De hecho, durante los únicos cinco partidos en los que Ñete Bohigas ha dispuesto de los diez profesionales en los que confió durante la pretemporada --sin contar al lesionado Darío Quesada, suplido antes del inicio por Oscar Rodríguez-- el balance es de tres victorias y dos derrotas.

La campaña arrancó ya sin la gran figura, Derell Washington, que sufría una rotura fibrilar. Sin él en la pista el arranque fue equilibrado (victoria 75-76 en Zaragoza y derrota 90-91 ante el Melilla). Su debut coincidió con un problema similar de Bryan Sallier, por lo que los dos extracomunitarios no coincidieron hasta la décima jornada. En ese lapso, el Cáceres ganó cuatro seguidos --Tarragona (72-66), Inca (66-76), Ourense (94-80) y Cantabria (89-82)-- y perdió dos choques, en las canchas de La Palma (93-75) y Algeciras (93-81).

Arriba, abajo, arriba

La vuelta de Sallier reunió al fin a todo el potencial verdinegro y eso se demostró ante tres de los cuatro primeros clasificados, a los que se ganó (Plasencia, 82-78; Bilbao, 71-86; Menorca, 78-77), pero también se tropezó con estrépito frente a Granada (52-67) y Gijón (77-70).

La falta de pago por entonces --principios de diciembre-- hizo abandonar a Washington, lo que se tradujo en dos derrotas (77-68 ante el Aracena y 67-73 ante el Huelva). El siguiente en abandonar fue Sallier (otro partido perdido ante el León, 80-73) y la marcha de Higgins coincidió con el fichaje de Jiri Okac. Damon Johnson todavía no se había hartado y con esa plantilla (ocho profesionales) se logró resistir, batiendo a Melilla (70-81) y La Palma (76-72) y cediendo en casa frente a Los Barrios (62-74) y CAI Zaragoza (84-89).

Fue entonces el momento más dramático de ese vestuario. Johnson voló a Murcia, pero el equipo, formado únicamente por seis nacionales y Okac, no se arrugó, superó al Inca (86-77) y peleó hasta el final en Tarragona (91-79) y Ourense (84-79).

La resolución de la crisis no devolvió a los que se habían ido, pero sí trajo a Shea Seals (debut feliz en Cantabria, 65-80) y Ramón Moya (lo mismo el viernes frente al Algeciras, 81-68). La próxima estación es el sábado en Granada. Si se establece una línea imaginaria --el partido de Aracena-- el balance antes de los problemas era de 8 victorias y 5 derrotas. Desde entonces es de 5-7 y rumbo a los play-offs .