La pole por dos míseras, dos cochinas milésimas, hubiera hecho rabiar a cualquiera. Pero Fernando Alonso mostró su cara más sonriente. Sebastian Vettel atrapó la pole , sí, pero Ferrari, ha hecho lo que parecía imposible, dar caza a los Red Bull, igualar el enorme potencial de los coches de Adrian Newey, intratables en la crono (diez poles en once carreras). La evolución de los rojos ha sido feroz en los últimos cuatro grandes premios, "brutal", califica el bicampeón español: "Les hemos recuperado ocho décimas". Como para preocuparse de las dos milésimas perdidas ayer.

"Ya dije después de Silverstone que ahora sí, me veía luchando por el título", recordó Alonso. Pero entre el coche de seguridad en Valencia y la sanción de Inglaterra, las mejoras del F-10 no se habían traducido en puntos. Ferrari se centró en el desarrollo del conducto F inventado por McLaren desde el GP de China. En Turquía sacrificó los reglajes de la carrera para acabar de poner a punto el sistema y, en la siguiente carrera, Canadá, ya funcionó correctamente y Alonso subió al podio. Dos semanas más tarde, en Valencia, llegó el gran paso aerodinámico: el alerón trasero soplado con los gases de los escapes, un sistema que perfeccionó en Silverstone y que ha sido mejorado con un nuevo difusor este fin de semana. En Turquía, Alonso se quedó a ocho décimas de la pole del Red Bull de Mark Webber, ayer a dos milésimas del coche azul de Vettel.

Semejante avance ha metido el miedo en el cuerpo a los rivales. "Ferrari ha dado un gran paso adelante. Eso tiene que hacernos pensar que tenemos que seguir trabajando muy duro", explicó Vettel, el primer sorprendido, aunque feliz por la pole : "Tiré lo máximo que pude y lo celebré por todo lo alto". Lewis Hamilton hizo otra lectura: "Vengo diciendo durante toda la temporada que somos el tercer equipo en cuanto a velocidad del coche". El líder del Mundial (sexto) se vio superado por su compañero de equipo, Jenson Button. Los dos arrancarán por detrás de Webber.

TODO MUY IGUALADO La parrilla quedó configurada tal y como a Alonso le gustaría que finalizara la carrera, o casi. "Mi objetivo será adelantar a Vettel. He ensayado varias salidas durante todo el fin de semana y todo ha ido bien. Lo voy a intentar aunque salga por la parte sucia". Esa es una de sus especialidades, las salidas, aunque por un motivo u otro este año no ha estado demasiado fino.

Los Ferrari --el de Alonso-- han igualado la velocidad de los Red Bull, incluso cuando estos fuerzan el motor a una vuelta en la Q-3 con el soplado continuo, (retrasan la inyección), algo que no pueden hacer en carrera a riesgo de reventar el motor.

MEJOR QUE NO LLUEVA Si consigue adelantar a Vettel en la salida, "podremos elegir sin problemas el momento de realizar la parada". Si no puede adelantar al alemán, "sabemos que nos intentará marcar, parando en la misma vuelta". Solo una cosa inquieta a Alonso: "La Lluvia. No quiero que llueva. Esa es mi única preocupación". Agua es justo lo que quiere Pedro de la Rosa (14º). "Sabíamos que volver a entrar en la Q-3 era muy difícil". También Jaime Alguersuari, un puesto por detrás, desea que llueva. Ya ven, caprichos.