Tiene sed, mucha sed y no por el calor del circuito de Sakhir. No quiere agua, ni bebidas isotónicas. Fernando Alonso (Ferrari), el hombre sobre el que giran un montón de comentarios y que ha pasado a ser, ahora sí, una de las grandes estrellas de este circo, cierra los ojos y se imagina las chispeantes burbujas deslizándose por su garganta. "Hace dos años que no saboreo el champaña, y ya tengo ganas", dijo en su regreso al centro de los focos, en el retorno al triunvirato que acaparó toda la atención tras la calificación del GP de Bahrein (13.00 horas, La Sexta). Fue tercero por detrás del joven Sebastian Vettel (Red Bull) y su compañero Felipe Massa, una posición desde la que hoy puede aspirar a todo en el bautismo de un gran Mundial.

EL REY, EN BAHREIN "No me obsesiona ganar esta carrera", dice a pesar de que el vencedor del primer gran premio de la temporada resultó campeón en ocho de las diez últimas temporadas. Eso sí, el 90% de esos grandes premios se disputaron en la bella Melbourne y no en Sakhir. "Esto es muy largo. La clave para ser campeón --y así lo hizo en el 2005 y 2006-- es estar regularmente en el podio durante todo el campeonato. Ese es el objetivo para la carrera y estamos en muy buena disposición para ello". Alonso sabe que está aquí el Rey Juan Carlos y le encantaría, sí, que fuese él quien le diese la copa de vencedor de esta carrera.

La espectacular clasificación no defraudó a nadie. Red Bull, Ferrari, McLaren y Mercedes se repartieron las ocho primeras plazas de la parrilla. Este año ya no existe la cantinela de las cargas de gasolina. Todos salen a la pista con la misma, la mínima posible, el escenario perfecto para avivar la lucha entre compañeros de equipo. Y en igualdad de condiciones, Nico Rosberg pudo con su compañero Michael Schumacher; Lewis Hamilton doblegó a Jenson Button, Sebastian Vettel superó a Mark Webber --hasta ahí todo era previsible--, pero --¡ojo!-- Felipe Massa pudo con Fernando Alonso. El bicampeón se fue largo en una de las cerradas curvas del nuevo y ratonero segundo sector de Sakhir. Eso le hizo perder su duelo con el brasileño y también con Vettel, con quien se barruntaba la lucha por la pole después de las dos primeras mangas. Esas curvas son, curiosamente, las que están atormentando a más de uno ya que este desértico trazado se ha convertido, gracias a esos nuevo 900 metros, en el segundo más largo del campeonato tras el belga y popular Spa.

Hasta cinco pilotos coincidieron en la misma décima tras completa el primer sector en un último intento de Q-3. "Para ser honesto, no esperaba lograr la pole , porque el viernes tuvimos algunos problemas, pero el equipo ha hecho un trabajo fantástico con el coche", dijo Vettel, satisfecho tras comprobar que su coche se había adaptado al bacheado asfalto del segundo sector. Ya se verá si el sistema hidráulico de su monoplaza resiste el calor de una carrera completa.

Esa es una de las bazas de Ferrari --"nuestra mejor virtud es la fiabilidad", explica Alonso--; otra, el ritmo en tandas largas, la dulzura con la que el F10 trata los neumáticos, vital en los tiempos que corren. El objetivo de los cuatro grandes es realizar una sola parada en boxes a cambiar ruedas, "pero nadie sabe si es posible. No sabemos si habrá que hacer una, dos o tres", incide Alonso recordando que no ha sido posible examinar los nuevos neumáticos Bridgestone a temperaturas que se acercan a los 50 grados sobre el asfalto.

KUBICA, LA SORPRESA A ese problema se enfrenta, sobre todo, Lewis Hamilton, el de pilotaje más brusco entre los elegidos. "No tenemos el ritmo de Red Bull y Ferrari, así que me siento abrumado con la cuarta posición, no me lo creía", dijo presumiendo de sus dotes como calificador y con la satisfacción de haber batido a su compañero. Hoy arranca emparejado en la segunda línea con Alonso, por detrás de Vettel y Massa, por delante de Rosberg, Button y Schumacher... ¿Imaginan más tensión?

Robert Kubica fue el mejor del resto con el Renault. "Es la gran sorpresa de esta crono", reconoce Pedro de la Rosa (Sauber), feliz en su regreso a la competición a pesar de los problemas aerodinámicos de su coche. "Mi objetivo es acabar y hacerlo en los puntos", señala el veterano. Es también el objetivo Jaime Alguersuari (Toro Rosso), al que un error (y así lo reconoció con enorme sinceridad) le retrasó a la 18 plaza. "Nos la jugamos y perdimos".

Schumacher (Mercedes), que aseguró tras ocupar la séptima posición, a casi tres décimas de segundo de su compañero de equipo su compatriota Nico Rosberg, "que aún le falta ritmo de competición".