Lewis Hamilton no daba crédito cuando vio a Sebastian Vettel enfríar los frenos con uno de su esos secadores móviles a su Red Bull, en el parque cerrado, allí donde los mecánicos no pueden actuar. Sí, Vettel mima a su RB9, lo cuida como a un hijo, con mucha más delicadeza de lo que dicen los nombre picantes de mujeres que les adjudica. Y el RB9, como sus hermanos de los cuatro años anteriores, no le falla. Es el tándem perfecto, también, claro, en la India, donde han liderado todas y cada una de las vueltas de los dos grandes premios disputados hasta la fecha. Y no piensa ceder. La pole conseguida por el alemán es solo el primer paso en busca de una victoria, aunque le baste un quinto puesto para ser campeón de forma matemática, y eso contando con que fuera Fernando Alonso quien ganara la carrera.

EN BUSCA DEL SUBCAMPEONATO DE CONSTRUCTORES

El asturiano dejó de pensar en frenar a Vettel hace tiempo. Su objetivo es dar a Ferrari la máxima cantidad de puntos para "lograr el subcampeonato de constructores frente a Mercedes", dijo tras bajarse del coche, después de una calificación en la que tuvo muchos problemas con la radio y con el audio, ya que no podía escuchar el "bip" que avisa a los pilotos de que deben cambiar de marcha. El asturiano arrancará en la octava plaza tras elegir una estrategia diferente, calificar con neumáticos duros --más lentos-- con la ventaja de salir con ellos y alargar su parada hasta la vuelta 25 o 30, mientras que los que calificaron y saldrán con blandas --Vettel, los dos Mercedes, Massa, Raikkonen y Hulkenberg--, apenas podrán cubrir cinco o seis vuueltas con las blandas y regresarán a pista en mitad del tráfico. "Veremos. Hay diferentes oportunidades aquí. Depende de cómo vaya el coche y los neumáticos en carrera. En Nurburgring también elegimos esta estrategia (y no salió demasiado bien) y aquí decidimos una estrategia distinta para cada piloto con el objetivo de quedar por delante de los Mercedes, que es nuestro objetivo", apunta Alonso. Solo Mark Webber, cuarto, dispone de la misma estrategia que Alonso, entre los que le preceden.

SIGUEN LOS PROBLEMAS DE NEUMÁTICOS

"El viernes pudimos dar 15 vueltas con los neumáticos blandos pero a un ritmo bastante lento. En los últimos libres antes de la calificación solo pudimos dar tres giros antes de desintegrarlos", advierte el asturiano para explicar su estrategia, antes de lanzar un dardo contra Pirelli: "No hay dos juegos iguales". Ese es el mayor defecto de estas ruedas, la falta de estandarización, una regla básica para un proveedor único en cualquier disciplina de motor, cuya ausencia resulta increíble en la F-1. "Si tenemos ritmo, la estetegia será buena, cualquiera de las dos, y si no lo tenemos, iríamos mal con las dos", advierte el asturiano que ni piensa en retrasar el título de Vettel. "Es muy difícil que no acabe entre los cinco primeros, y si no lo hiciera, también es dificil que yo sea primero o segundo. De todas formas, insisto en que nuestra prioridad es ser segundos en constructores frente a Mercedes".

EL TÍTULO PARA VETTEL

Vettel tampoco quiere pensar en el título, "aunque resulta imposile cuando todo el mundo en el paddock te habla del mismo tema", dice tras quitarse los auriculares de música con los que intenta aislarse de todo. "El plan es hacer lo mismo de siempre, intentar hacer las cosas muy bien, y parece que funciona porque el coche no ha parado de mejorar en todo el fin de semana. Estoy contento con el rendimiento, me siento cómodo, pero la carrera es muy larga, con dos alternativas claras de estrategia, así que es muy difícil hacer pronósticos".