Otro desenlace hubiera deslucido la mejor temporada de la historia de la Fórmula 1. Cuatro pilotos llegarán a la última carrera de Abud Dhabi con opciones al título, algo inaudito en la historia de este deporte. Fernando Alonso será campeón matemáticamente y pase lo que pase con los demás si consigue un segundo puesto. Pero a la vista del dominio de los Red Bull todo el año --ayer lograron el título de constructores consuma facilidad-- , nadie puede descartar otro doblete azul consecutivo. Y ahí empiezan las incógnitas, la posibilidad de órdenes de equipo en Red Bull... Espera otra semana cargadita de tensión. Este trepidante final, lo merece.
TODO MUY PRONTO No habrá que esperar mucho, tan solo siete días. El Circo de la F-1 embarca hoy para Abu Dabi. Allí, al menos, la lluvia no parece, como en Brasil, otro aditivo más para el explosivo cocktail que han preparado Red Bull, Ferrari y McLaren. Alonso, Vettel y Hamilton figuraban en el mes de marzo como los favoritos al título. Y ahí están, peleando hasta al final por una corona que ayer se cayó matemáticamente de la cabeza de Jenson Button. Contaba menos para la traca final Mark Webber, y a día de hoy, es quien comparte con Alonso las mayores probabilidades de suceder a Button.
Los dos dependen de sí mismos, los dos dependen de la decisión que Christian Horner tome en un momento clave de la carrera, si, como en la de ayer en Abu Dabi, Vettel, marcha primero, Webber, segundo y Alonso tercero. Es ese probable orden el que despierta más suspicacias en Ferarri, el que trae de cabeza al millonario Dieter Mateschitz, dueño de Red Bull. Que nadie descarte, nadie, que este maravilloso Mundial acabe decidiéndose en el consejo de la FIA. Para muchos, el gran trabajo, el importante ya está hecho.
Porque Alonso puede presumir de traer de cabeza a Red Bull hasta el último momento con un coche claramente más lento. Solo hace falta echar un vistazo al rendimiento de su compañero para medir el nivel del F-10. Massa acabó ayer perdido de nuevo en la parta de atrás, doblado, a más de 100 puntos de Alonso en la calsificación. "Ni siquiera tenemos el segundo mejor coche en este momento", comentan en secreto algunos miembros del equipo. Alonso adelantó ayer a Hamilton por pura velocidad, veteranía, sangre fría. Le presionó y le indujo a cometer un error en una frenada para sobrepasarle.El trabajo está hecho también para Red Bull, para el proyecto de Dieter Mateschitz, que compró el antiguo equipo Jaguar (antes Stewart) en el 2004 y levantó a partir de una escudería del montó hacia atrás, un verdadero equipo apoyado en el genio de Adrian Newey. El mago del lápiz suma otro título mundial, a los cuatro que atesora con Williams (92, 93, 96, 97) y dos más con McLaren (98 y 99). "Tuvimos un buen coche ya el año pasado, pero la polémica con el doble difusor nos negó el título, este año hemos conseguido un coche muy rápido, pero también algunos problemas mecánicos".
UN GRAN EQUIPO Durante las dos décadas anteriores, Newey ganó en Williams y McLaren, "pero cuando llegué a aquellos equipos ya tenían una infraestrucutra grande y solo tenía que preocuparme de diseñar, aquí ha habido más trabajo". Peter Prodomou y Rob Marshall, jefe de aerodinámica y jefe de diseño, han sido "mi gran apoyo".
Ahora falta rematar la faena a Alonso y a Red Bull. El español puede utilizar dos motores, el propulsor que usó en Alemania y Hungría, o, mejor opción, el de Spa y Corea. En este último caso fueron dos grandes premios sobre agua, donde el motor sufre mucho menos. Además, en Bélgica, ni siquiera finalizó la carrera. Webber tiene intacto el propulsor que ya usó en Corea del Sur y Vettel está en los mismo caso de Alonso, dos motores que acumulan dos carreras no demasiado duras. El calor de Abu Dabi puede hacer sufrir más Red Bull: "Tuvimos algún problema con la temperatura", reconoció Webber tras la carrera de ayer. Stefano Domenicali, el director de Ferrari, sigue pensando que "todo se decidirá en la cabeza de los pilotos y los ingenieros. Y ahí Alonso es el mejor". ¿El circuito? "Es favorable a Red Bull, como todos".
