El piloto Víctor Colorado (Baños de Montemayor, 1999) va quemando etapas a un ritmo vertiginoso. En su palmarés ya cuenta con ser el piloto más joven en ganar una copa de promoción en Extremadura y en su primer año de competición se llevó la Copa Fexa-RallyAl, organizada por la federación extremeña. Sin duda alguna, va a toda velocidad en todos los sentidos.

«Empecé a los 18 años y lo hice en una copa de formación, que ganamos. Salvo la primera prueba, que volcamos y acabamos terceros, vencimos en todas las demás. Fue importante, porque estábamos empezando», confiesa con cierta madurez.

A pesar del éxito, mantiene los pies en el suelo. «Hay que ver las opciones que tenemos y darlo todo. Con preparación, humildad y bastante esfuerzo todo se puede conseguir», asegura. Y es que, de momento, solo ha saboreado las mieles del triunfo. Aunque se garantiza también su futuro con sus estudios de electromecánica del automóvil.

La figura de su padre es imprescindible. «Creo que me aficioné a esto por mi padre y también por un amigo, que además es piloto. Ellos dos me han hecho amar este deporte. Mi madre sufre mucho, pero sabe que disfruto y soy feliz corriendo, aunque siempre corremos teniendo cierto control», desvela.

Ahora se prepara para dar el salto al Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, en la Copa Suzuki. «Intentaremos dejar el listón bien alto, saldremos a aprender, ver dónde estamos y a partir de ahí intentaremos competir al máximo», apunta Colorado, que sigue en el equipo Q Racing Extremadura.

Sueña despierto, aunque aún le queda mucho camino. «Quiero ir al campeonato del mundo, pero estar en pruebas nacionales es un sueño hecho realidad. Ojalá podamos hacer un buen papel para dar a conocer este deporte en la región». El futuro, en sus manos y en sus pies.