Es todavía joven (27 años cumplirá el próximo día 13), pero a Víctor Serrano se le estaba empezando a poner cara de eterna promesa. No acababa de asentarse en ningún equipo, aunque trabajo tampoco le faltaba. Este verano fichó por el Cáceres Patrimonio de la Humanidad con la promesa de que sería un jugador importante, pero en la primera parte de la temporada no pasó de ser el primer reserva de los pívots.

Con 2,12 de estatura y buenas condiciones técnicas, a menudo se le reprochaba cierta debilidad en sus acciones: uno de esos jugadores que, pese a estar debajo del aro y ser más grande que sus oponentes, prefería dejar una bandeja que machacar el aro. Solo así se explica que nunca haya disputado un solo minuto en la Liga Endesa, aunque sí llegó a estar en algunas convocatorias del Estudiantes, su club de formación, hace unos años, en la temporada 2011-12.

Pero hay muchas veces que una mala noticia lleva aparejada una buena. La marcha de Tautvydas Slezas a mediados de febrero al Bilbao Basket le abrió las puertas de la titularidad y mucho más protagonismo en el conjunto verdinegro, que le ha convertido en un gran referente interior.

Su transformación ha resultado evidente y la ilustran muy bien los números. En estos siete partidos con Slezas en el norte, el jugador madrileño ha promediado 15 puntos, 8 rebotes y 21,8 de valoración global. Solo dos jugadores tienen mejor estadística en este último aspecto desde que arrancó la temporada: los consolidados veteranos Oliver Artega (24,0) y Ricardo Guillén (23,6).

Pasado y futuro

Esta buena racha va a hacer que Serrano complete la mejor campaña de toda su carrera profesional, a no ser que se produzca un improbable hundimiento en los tres partidos que restan de liga regular.

Con 9,5 puntos y 6,6 rebotes, actualmente promedia 13,1 de valoración, algo mejor que la pasada campaña, también en LEB Oro, con el Prat (10,1). Ni siquiera en la LEB Plata, con el propio Prat --con el que ascendió tras eliminar al Cáceres en el 2014--, había lucido tanto (12 de valoración en liga regular). Lejos quedan los tiempos en los que o bien se perdía en el fondo del banquillo del Canarias o bien tenía que buscar acomodo en equipos como el Lan Mobel. Su caso va recordando al de Sergio Olmos, otro rascacielos con pasado verdinegro que está encontrando su madurez ahora en el Leyma Coruña.

En el Cáceres están muy satisfechos con Serrano, aunque el reverso negativo de su buen final de campaña es que su renovación estará más cara. Es pronto todavía para saber quién será el entrenador de la próxima temporada, pero raro sería que al pívot no se le ofreciese continuar. Luego será él quien decida.

"Estoy bastante a gusto aquí", comentó ayer. No es un tipo de grandes declaraciones. Prefiere más bien restarse importancia cuando se le comenta que está respondiendo al paso adelante que le pidió su técnico, Ñete Bohigas. "Llevamos entrenando toda la temporada con el preparador físico Mario Hellín y con el propio entrenador pensando en cualquier circunstancia. Tener más minutos ahora son cosas que pasan", añadió.

Su mente parece más bien centrada en lo que sucederá primero contra el Breogán en Lugo y después en casa con el Palma Air Europa, para concluir la liga regular en Burgos. "Estamos intentando meternos en playoff ", proclama, descartando cualquier cálculo que no sea el más básico. "Hay que intentar ganar los tres partidos como sea. Si no sucede, ya pensaremos en otra cosa", espetó.

¿Y cómo se consigue eso? "Tenemos que seguir en nuestra línea, sobre todo estando intensos en defensa. Que no nos anoten con facilidad y asegurar el rebote. Y a partir de ahí, generar canastas", explicó. Por muy modesto que se ponga, sabe que será clave.