CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: Dani Rodríguez (4), Xavi Forcada (0), Asier Zengotitabengoa (10), José Angel Antelo (19), Leon Williams (7) --cinco inicial-- Justin Sedlak (14), Pedro Robles (2), Juan Sanguino (0), Dreke Bouldin (5), Carlos Cherry (10).

LOBE HUESCA: Oscar Herrero (5), Gintaras Leonavicius (16), Diego Sánchez (10), Miguel Angel Montañana (16), Maurice McNeil (3) --cinco inicial-- Jan Orfila (7), Miki Servera (0), Kovasi Konan (5), Javier Nasarre (0).

ARBITROS: Zamora y Mendoza.

MARCADOR POR CUARTOS: 22-19, 37-33 (descanso), 60-51 y 71-64 (final).

Cuando lo importante es ganar no importa demasiado todo lo demás, aunque la noche ande anémica en baloncesto. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad no jugó bien, pero al menos --y no es poco en los tiempos que corren-- aseguró un triunfo que le hará subir enteros en la clasificación (71-64). Enfrente estuvo un Lobe Huesca francamente menor, que hizo lo que pudo. Si ya de por sí es un equipo hecho para luchar por la permanencia, quedó disminuido ayer por la ausencia de un segundo americano y de un nacional de peso como Adrián García.

No se trata de quitar méritos a la victoria y menos cuando no se ha sufrido al final. Cuenta igual que otras vibrantes como las que se produjeron ante Melilla, Lleida, o La Palma. Pero el equipo de Gustavo Aranzana tiene que mejorar y el técnico lo sabe de sobra. De momento, escalar en la tabla le servirá para trabajar con más tranquilidad, ingrediente fundamental en los proyectos deportivos.

El equipo local al menos se quitó los nervios de inicio. Haciendo mover bien la defensa oscense, muy pronto cogió ventaja (11-4, min. 4). Eso no significó nada. En el otro aro los extremeños flojean más de la cuenta a veces y muy pronto su oponente se aprovechó para darle la vuelta a la situación (13-15, min. 7). La temprana segunda falta de Leon Williams fue un mal indicio, pero salió un productivo Justin Sedlak que, con siete puntos casi seguidos, al menos devolvió la iniciativa al final del cuarto (22-19). La ansiedad reaparecía.

La historia fue en cierto modo similar en el segundo cuarto. Durante unos minutos el Cáceres mostró una de las virtudes que se le intuían allá por pretemporada y no ha confirmado aún: tiene muy buen banquillo. Y es que con el equipo B sobre la pista hubo un estirón que alcanzó los nueve puntos (35-26, min. 17). Dreke Bouldin muy activo, Juan Sanguino con ganas de reivindicarse en el aspecto reboteador (4 en 7:26) y Carlos Cherry en plan folclórico, o lo odias o lo amas.

La situación parecía pintar bien, pero Williams volvió (¿por qué?) e hizo la tercera falta. Y Huesca aprovechó un par de errores cacereños para ponerse otra vez bastante cerca al descanso (37-33).

SEGUNDA PARTE Sedlak siguió ofreciendo buenas prestaciones y Antelo aparecía cuando era necesario. Con poquito, el Cáceres fue estirando la ventaja de un 39-38 al 60-51 de final del cuarto. Sin embargo, no parecía que la victoria estuviese asegurada. En uno de sus foganazos el Huesca podía volver a meterse.

No hubo opción al sobresalto porque esa escapada fue la buena, la definitiva. Aranzana acertó poniendo a sus dos bases juntos en pista para controlar un poco más el juego, mientras que el Huesca, que si tiene un punto fuerte es su dinamismo ofensivo, falló y falló hasta límites insospechados. El Cáceres pudo adornarse con una paliza , pero tampoco la pudo firmar.

Aparte de lo resultadista, la noche tuvo otro motivo de felicidad para la canasta extremeña: debutó en LEB Oro la árbitra local Esperanza Mendoza en lugar del designado Muñoz García, con problemas de espalda. Algo quedará en el recuerdo.