EXTREMADURA B: Alex; Pablo, Luis, Christian, Soria (Nando, M. 79); Víctor Paredes, Carmona, Ito (Rodrigo, M. 63), Gori; Toboso (Kiko, M. 74) y Peri.

VILLANOVENSE: Aranda; Jaraiz, Raúl, David, Martín; Rubén (Ruslan, M. 89), Edu, Chuchi, Valverde (Juanjo, M. 81); Rafa Caro e Israel (Miguel Angel, M. 66).

GOLES: 0-1 M. 4: Edu. 0-2. M. 40: R. Caro.

ARBITRO: Pérez Bejarano (Extremeño). Debe de andar muy mal de árbitros el comité para que éste ocupe una plaza en Tercera. Aunque él está encantado de conocerse (0). Amonestó a Toboso (15´), Gori (42´), Pablo (53´), Soria (58´), Peri (66´)/, Edu (74´) y Ruslan (94´).

Muy práctico fue el Villanovense en un partido sin fútbol. El que ayer se disputó en la ciudad deportiva y acabó con triunfo visitante por 0-2. El Extremadura B, desquiciado, quiso pero no pudo y, aunque tuvo ocasiones y reclamó un par de penaltis bastante claros, nada pudo hacer ante un cuadro serón , que también reclamó con rigor su pena máxima a favor, muy efectivo.

Con todo, lo peor del partido estuvo en el antes y en el inmediatamente después. Lo de ayer en el recinto azulgrana fue una ceremonia del despropósito y un esperpento impropio de un club que se tenga por serio. El delegado del equipo local se vio sólo para hacer frente a mil y un problemas y terminó en la entrada expendiendo entradas y como improvisado portero. Mientras, el Villanovense se quejaba de no tener agua, de no contar con balones, del campo, de una supuesta encerrona..., y decía tomar nota cara al futuro. Luego el árbitro, que llegó tarde, descubrió faltando minutos para el inicio del choque que no tenía banderines. Un caos al que un asesor del consejo intentó poner freno.