20 años en el ejercicio de la profesión periodística dan para mucho. Simplificando, lo bueno, lo regular y lo malo se han mezclado a través de vivencias, personajes entrevistados y partidos. Alrededor de todo ello, mucho. En todo este tiempo he conocido a gente tan reconocida como castigada por la opinión pública (Bermejo, Nieto, Fouto, como máximos exponentes del baloncesto y en el fútbol en la élite). En el fondo, todos han intentado hacerlo lo mejor posible para que el deporte de sus respectivas ciudades suene en lo más alto. Pero como el juicio sobre los clubs, y más en los modestos, se mide en resultados, antes o después las hazañas se olvidan y cuentan los batacazos. Es injusto, pero es así. Ha transcurrido ya mucho tiempo de aquel ´bajonazo´ deportivo. Ahora parece que estuviéramos en economía de guerra, casi de trincheras, pese a que las ayudas públicas han subido. El deporte extremeño, en fin, creo que vive una transición complicada, pero tengo buenas vibraciones. Volverán los viejos y ´lujosos´ tiempos.