Las reclamaciones de refuerzos para la próxima temporada por parte de algunos jugadores del Barcelona han provocado que su técnico, Tito Vilanova, ironizara ayer al decir con contundencia que supone que aquellos que piden cambios "no cuentan con que ellos" puedan verse afectados por esas decisiones. Estas declaraciones restaron protagonismo hoy al Barcelona-Betis (21.00 horas) en el que el equipo azulgrana se podría proclamar campeón liguero.

Tras caer eliminados ante el Bayern de Múnich en semifinales de Liga de Campeones, el central Gerard Piqué pidió tomar "decisiones para la próxima temporada", una exigencia que también compartió Cesc Fábregas y sobre la que ha sido preguntado Tito en rueda de prensa.

"¿Supongo que el jugador que te dijo eso no contaba con que sea él un cambio, no?", ha afirmado el técnico, que en todo caso no ha nombrado en ningún momento al central azulgrana ni a ningún otro jugador.

Bajo su punto de vista, "este equipo no necesita grandes cambios", y ha recordado que "en su momento el 'Dream Team' --el equipo entrenado por Johan Cruyff-- ganó la Liga, jugó una final (de Champions) donde fueron muy justos y el Milan llegó pletórico de fuerzas, y ese resultado hizo que se cambiaran muchas cosas y los años siguientes fueron mucho peores".

"Las cosas a veces hay que pensarlas bien, pensar que tenemos una gran plantilla, una base importante y jugadores muy jóvenes. Se reforzará como se iba a hacer hace dos meses", dijo. Pese a "entender los reproches" tras esa derrota, insistió: "No dudo de estos jugadores que tanto nos ha dado y tan bien conocemos. Mi idea no ha cambiado".

DIFICULTADES Porque, ha señalado, "lo difícil es encontrar jugadores con el nivel para jugar en el Barcelona y que puedan encajar aquí, si queremos seguir jugando de esta manera".

"Lo que no podemos tener es ocho centrales -ha advertido-. No se trata de traer jugadores por traerlos. La posición de central es una posición muy difícil para encajar jugadores".

"Dolidos y enfadados" aún por cómo se cayó en Liga de Campeones, el técnico se ha mostrado ilusionado sobre la posibilidad de ganar matemáticamente la Liga ante el Betis este domingo, aunque ha avisado del "atrevimiento" del equipo de un Pepe Mel que "lo está haciendo muy bien estos años".

"No hay prisas para ganar la Liga, no estamos apurados. Pero cuando antes la ganemos, mejor. Todo caerá por su propio peso", apuntó el técnico del Barça.