Es campeón del mundo, cierto. Eso ya no se lo quieta nadie. También es rey de Europa, y máximo goleador de la Eurocopa 2006 (4 tantos) y del Mundial de Suráfrica (5), aunque el alemán Müller se llevó el trofeo por número de asistencias. Y, sin embargo, David Villa no está satisfecho. Y no lo está porque todos estos títulos los ha conseguido con la selección española, pero su palmarés en el ámbito de clubs deja mucho que desear para un goleador ambicioso como él. Dos Copas del Rey (Zaragoza y Valencia) y una Supercopa de España (Zaragoza) lucen en sus vitrinas. Poco, casi nada, para Villa, obsesionado con conquistar la Liga y la Champions con el Barça. Y el Pichichi, también.

"Por lo que hace referencia a clubs, no tengo un currículo muy boyante. Es una de las razones por las que quería fichar por el Barça, ya que me permite pelear por más títulos, estar en un escalafón superior", se sinceró ayer Villa en una entrevista durante un acto promocional.

SIN PICHICHI Para el nuevo delantero azulgrana, de 28 años, su gran objetivo para esta temporada es "ganar la Liga y la Champions, y marcar muchos goles". Y es que, curiosamente, Villa no ha ganado aún el Pichichi, el trofeo que acredita al mejor goleador de la Liga y que la temporada pasada se llevó Leo Messi, que marcó 34 tantos. "Todo llegará con trabajó", agregó.

El asturiano considera que llega al Camp Nou en su mejor momento. "Tengo por delante cuatro o cinco años en los que lo daré todo por ayudar al equipo y ganar todos los títulos posibles", dijo el Guaje, que llegará el 9 de agosto a Barcelona, junto con el resto de internacionales, para empezar la pretemporada.