El primer gol del Vissel Kobe de la temporada llevó la firma de David Villa. Y fue más valioso que simbólico: ese solitario tanto selló la victoria de su equipo sobre el Sagan Tosu (1-0), una suerte de derbi español en el que, a un lado se alinearon Villa, Andrés Iniesta y Juanma Lillo como entrenador y enfrente estaban Fernando Torres con Lluís Carreras en el banquillo. Isaac Cuenca, lesionado, no jugó y aún no ha podido debutar.

Villa acreditó en la segunda jornada de la Liga nipona la justificación de su fichaje. Pese a tener ya 37 años. La astucia del delantero asturiano resultó determinante en el triunfo del Vissel, que se concretó diez minutos después del descanso. Siendo como es el referente del ataque, Villa había dispuesto de dos ocasiones de gol anteriormente; en una de ellas, su disparo lo repelió el larguero.

EL VALOR DEL OFICIO

No perdonó en la reanudación. El rebote afortunado en un mal despeje de los centrales del Sagan dejó a Villa solo en carrera para un uno contra uno ante el meta rival. Le batió engañándole con el cuerpo, haciendo valer su sangre fría y experiencia en este tipo de ocasiones con un tiro cruzado a media altura. Un remate repetido mil veces en su carrera. El oficio será la mayor virtud del exdelantero azulgrana, el máximo goleador de la selección española, que fue titular como los otros dos ilustres nombres que le acompañan, como son Iniesta y el alemán Lukas Podolski.

Dos partidos ha tardado Villa en enseñar sus dotes de goleador. Fernando Torres, su homólogo en el Sagan Tosu, todavía no ha podido estrenarse. Ni su equipo, que ha encajado dos derrotas. Carreras empieza a asumir que el objetivo volverá a ser eludir el descenso, igual que el año pasado.

"Estoy muy contento porque el gol ha servido para ganar el partido", dijo Villa, especialmente contento al final del encuentro porque correspondió a lo que se espera de él. Su fichaje obedece a la necesidad que tenía el Vissel de contar con un artillero que evite las penurias de la campaña anterior, cuando se salvó en la última jornada. "Era muy importante marcar para mí", confesó, de su presentación en casa, insinuando luego que estaba algo insatisfecho a pesar del gol y de la victoria: "Creo que hemos hecho muy buen partido y que hemos merecido más goles".