"Estoy muy contento. Esto es una gran inyección de moral para mí". Lo dice Pablo Villalobos mientras que se arregla para la cena oficial, en la que anoche celebró los éxitos de la delegación española. El extremeño no subió al podio, aunque en su más profunda intimidad soñase con hacerlo, pero su séptimo puesto final en la carrera de 5.000 metros le sabe a gloria. Acompañar en la vuelta de honor a los medallistas Jesús España (oro) y Juan Carlos Higuero (bronce) mientras portaban la bandera nacional fue todo un privilegio para este almendralejense que es todo un fanático del atletismo y todo lo que le rodea.

Villalobos destacó, en conversación con EL PERIODICO EXTREMADURA, que había "disfrutado mucho" en lo que supone su debut en una competición de primerísimo nivel. "Me he sentido muy a gusto y ha estado bien pelear por un puesto más hasta la última recta", indicó.

La carrera

"Ha sido una típica carrera de 5.000 en un campeonato, con muchos tirones y ritmos distintos. No sé si hubiese firmado ser séptimo antes de venir, pero sentía que ese puesto estaba en mis piernas", agregó.

Con Jesús España y Juan Carlos Higuero le une una gran amistad. La complicidad entre ellos es evidente, aunque prácticamente desde niños han estado peleando en las pistas, ya que son de la misma edad, nacidos en 1978.

En su opinión, la brillante última jornada ha dejado un gran sabor de boca entre los españoles. "Quizás al principio hablar de un número fijo de medallas es como arriesgarte a pillarte de los dedos, pero había 15 o 20 atletas con posibilidades de subir al podio. Las que se han conseguido --once en total-- son el segundo número más alto de España en su historia", analizó, tras recibir la felicitación del presidente de la Federación Española, José María Odriozola. Villalobos apurará ahora la temporada con la participación en algunas reuniones atléticas y empezará a preparar la campaña de cross entre octubre y noviembre. En el horizonte está repetir en una gran cita como la del Europeo de Gotemburgo: los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 están a la vuelta de la esquina.