A la final, pero con ciertas dosis de suspense y dramatismo. El extremeño Pablo Villalobos estará entre los mejores de los 5.000 metros del Campeonato de Europa de atletismo el próximo domingo, al igual que los otros dos españoles participantes, Juan Carlos Higuero --bronce el miércoles en 1.500-- y Jesús España. Villalobos tuvo que pararse para volver a meterse una zapatilla casi al principio de la prueba, cuando marchaba en tercer lugar, pero, tras verse retrasado, consiguió volver al grupo y terminar dentro de los clasificados, aunque por tiempos.

Lo que se presumía como una plácida clasificación --accedían 15 atletas de los 20 inscritos-- tuvo un momento extremadamente tenso, como destacó la retransmisión televisiva, que incluyó algunos planos de la novia del atleta, Amaya, muy nerviosa en la grada porque la clasificación peligraba.

"En realidad no ha sido más que una anécdota", relató Villalobos a este diario un par de horas después de terminar séptimo con un tiempo de 13 minutos, 51 segundos y 17 centésimas. Incluso se dejó ir en la recta final, "guardando fuerzas para la final del domingo".

LA CHANCLA Y es que el pisotón recibido en la primera vuelta le sacó parte de la zapatilla, por la zona del talón. "La he tenido casi tres vueltas como si fuese una chancla, pero me he dado cuenta de que no podía seguir así y he decidido parar unos segundos y colocármela antes de que el ritmo del grupo se acelerase. Afortundamente, creo que mis rivales no se han dado cuenta y no han aumentado el ritmo para distanciarme", agregó.

Como su serie fue mucho más rápida que la otra semifinal, su séptimo puesto le sirve para entrar en la final con holgura. Incluso se dejó ir , seguramente guardando fuerzas para la carrera del domingo.

"Esperemos que hoy haya sido el día malo y que todo lo negativo ya haya ocurrido. Habrá sido por el contratiempo de la zapatilla, pero no he tenido buenas sensaciones. Es inevitable ponerse nervioso cuando algo así te ocurre, pero lo importante al fin y al cabo era pasar", afirmó.

EL DOMINGO En la final en principio reconoció que no puede optar a la medalla al mismo nivel que Juan Carlos Higuero y Jesús España ("hay que ser realistas"), pero espera "estar en el grupo de cabeza hasta la última vuelta y luego ver qué pasa". Sabiéndose un corredor rápido en la recta final, una carrera lenta le vendría muy bien. Acabar entre los ocho primeros ya sería un premio adicional a la experiencia que está viviendo.

Su debut en una competición de esta trascendencia lo está viviendo con enorme intensidad este mediofondista nacido en Almendralejo, crecido en Mérida y enamorado de Cáceres, donde ha estudiado y entrenado. "Estoy disfrutando mucho conviviendo con los mejores atletas de Europa. Las anécdotas son constantes", cuenta a través del teléfono. "Seguramente el ambiente es parecido al de otras competiciones en las que estado representando a España, como el Campeonato Iberoamericano, pero lo que rodea a un Europeo sólo lo supera un Mundial o unos Juegos Olímpicos".