El día después del apedreamiento del autobús del Villanovense Ofigevi tras el choque en el Nuevo Vivero de Badajoz, tuvo las primeras reacciones de ambos clubes, en la misma línea de condenar los actos vandálicos y encontrar a los culpables.

En el Villanovense, ayer expusieron su malestar por este tipo de incidentes que nunca deberían suceder, la falta de efectivos de fuerzas de seguridad en el estadio y fuera de él, cosa que no comprendieron, y agradecieron la colaboración del técnico blanquinegro Job.

El presidente del Badajoz, Antonio Guevara, llamó ayer al máximo responsable del Villanovense, para interesarse por el incidente. El club centenario envió una nota en la que refleja que "condenamos rotundamente el hecho, solidarizándonos con la entidad de Villanueva de la Serena, a cuyo presidente ya se le ha cursado nuestro pesar y solidaridad. Esperamos la identificación de los agresores, con el firme deseo de que hechos de este tipo desaparezcan definitivamente del entorno deportivo", indicó el escrito de la entidad pacense.

Además de las piedras que impactaron en los laterales, una botella de refresco llena golpeó la luna delantera del autobús, por lo que la expedición tuvo que retrasar una hora su viaje de regreso a Villanueva de la Serena.