El Villanovense perdió el viernes ante El Ejido (1-3) una buena oportunidad para afianzarse en los puestos de privilegio y meterse en la pelea por el acceso a la Copa del Rey. Los serones, aunque dominaron con claridad durante la segunda mitad, volvieron a pasar el día por su particular viacrucis de cara a portería. Pero a pesar de no puntuar los verdes siguen dependiendo de sí mismos para estar arriba, ya que sus dos próximos rivales son precisamente los dos equipos que están por encima de ellos en la tabla, Melilla y UCAM de Murcia.

«Después de las derrotas está claro que la gente queda tocada, conseguimos los 45 puntos a falta de siete jornadas, creo que es algo que tenemos que valorar y no podemos ahora venirnos abajo por una derrota cuando llevábamos una dinámica buenísima», recuerda Iván Ania, quien sabe que dos buenos partidos en los próximos 15 días les daría la opción a los suyos de pelear por todo.

De momento los jugadores disfrutan de unas pequeñas vacaciones hasta el martes. Quizá desconectar y volver la semana siguiente con ganas sea la mejor terapia para recuperarse de la derrota. «Era un partido en el que teníamos muchas esperanzas de poder ganar y poder meter presión a los que estaban delante», asegura el entrenador asturiano.

Entre los detalles del choque que el Villanovense debe mejorar en su visita a Melilla vuelve a estar otra vez el acierto delante de la portería, porque los verdes dominaron una buena parte del encuentro, pero sin generar remates de peligro. «Nos faltó en concretar en ocasiones el dominio, teníamos el control del juego, estábamos intentando llegar por fuera, pero luego o bien ese centro último era bueno o si era bueno no lo concretábamos en ocasión».

El segundo aspecto para mejorar fue caer en la trampa de que el rival marcase el ritmo del encuentro. En este sentido reconoce que El Ejido llevó el partido a un choque de ida y vuelta en la primera mitad. «No nos sentimos cómodos en ningún momento», reconoce Ania.