El Villanovense Ofigevi quiere dejar visto para sentencia el ascenso a Segunda B en el partido de ida que disputará esta tarde ante el Motril (19.30) en tierras granadinas. La expedición verdiblanca, que viajó ayer al completo, tiene como principal objetivo vencer en este primer encuentro para no tener que especular en casa. O bien, conseguir un resultado lo más ajustado posible que le permita desplegar su juego cómodamente ante su afición.

La plantilla regresó el viernes a los entrenamientos después de que Alberto Parras les obsequiera con unos días libres tras la espectacular remontada de la eliminatoria ante el Alcázar. El míster serón tendrá a su disposición a toda la plantilla, con la duda de Josué.

Junto al Villanovense acudirá una expedición de aficionados que saldrán a las ocho de esta mañana desde la parada de autobuses. Para ellos y para los que han optado por desplazarse en vehículos particulares, el club ha reservado 100 entradas.

BAJAS EN EL MOTRIL Por su parte el Motril se enfrentará al Villanovense con ganas de regresar a la división de bronce, de la que se apeó hace tres años por motivos económicos y a pesar de haberse proclamado campeón. Y con la moral muy elevada tras lograr el pase en un durísimo encuentro ante el San Fernando, que a más de un jugador le está pasando factura en forma de lesiones musculares. Andrés García Tébar, extécnico del Mérida, ha convocado a los 18 jugadores disponibles que tiene, después de conocer las bajas de Nico por lesión, de Chupi, Pedregos y Kike por sanción y la duda de Juanlu, que se ha estado infiltrando a lo largo de la semana. El técnico tendrá que formar su alineación con algunos jugadores poco habituales en su esquema a lo largo de la temporada.

El Villanovense se encontrará con un estadio con cerca de 3.500 espectadores, de una capacidad de 4.000. Y con un equipo que cuenta con un presupuesto de casi 420.000 euros, bastante superior al de los extremeños.