El Villanovense tiene una final este sábado en Málaga contra el Atlético Malagueño. Todo lo que le resta a los serones son partidos de todo o nada, pero el buen momento de los de Julio Cobos invita al optimismo ante la visita al penúltimo clasificado. El club se ha movilizado y ha puesto un bus para los socios. Ayer se llenó. El Villanovense no estará solo.

Los serones no han ganado en liga lejos de Villanueva de la Serena, pero saben que esta es la mejor oportunidad que tienen hasta final de temporada. Un partido dramático por lo que se juegan los extremeños y por lo que también se juega el rival, que está a diez puntos de ellos y para los que una derrota podría suponer el descenso matemático.

«Seguro que nos lo van a poner difícil porque son chicos de mucha calidad, muchos de ellos están jugando en el primer equipo alternando, pero nosotros tenemos que sumar de tres en tres», aseguraba esta semana Julio Cobos, consciente de que para que los números salgan hay que ganar lo de casa (Melilla y Sanluqueño) y sumar al menos tres o más puntos en las salidas (Malagueño, Sevilla Atlético y Recreativo de Huelva). «Si somos capaces de coger una racha de sumar en tres partidos siete puntos, pues nos va a venir bien para estos últimos encuentros para salvar la categoría».

Como en las grandes ocasiones, el conjunto serón estará apoyado por sus aficionados. Lo seguidores del Villanovense han despertado en las últimas jornadas llenando el Municipal contra el Don Benito y casi llenándolo en las dos últimas citas contra UCAM Murcia y Almería B. Antes, los verdes ya habían tenido apoyo de los suyos lejos de su estadio, como en el Sánchez Pizjuán y en Mutilva en Copa o en liga en los derbis ante Don Benito y Badajoz.

El sábado no sólo irá un bus lleno a Málaga, también habrá muchos aficionados que por su cuenta de desplazarán a la Costa del Sol para animar a los suyos, a lo que hay que sumar a algunos serones residentes allí que irán por su cuenta. Alrededor de 120 aficionados acudirán a alentar a los suyos para esta finall La ocasión lo merece, porque si en los buenos momentos la marea verde acompañó al equipo (Barcelona, Sevilla, Santander, Fuenlabrada...), en los momentos difíciles también estará.