Quizá no haya sido el error más flagrante, ni por supuesto el único. Pero el fallo del árbitro Raúl Chavet García ha sido el que más le ha dolido al Villanovense esta temporada. Ha sido el más doloroso por el momento en que se produjo, en el minuto 95 y después de empatar apenas un os segundos después el duelo ante el UCAM Murcia (1-1).

Solo él vio una falta de Javi Sánchez o de Andrés Carrasco cuando ambos estaban siendo agarrados. El central, abrazado por Toni Arranz en un claro penalti, logró rematar al fondo de la red, pero el gol fue anulado. Después del partido al entrenador local, Julio Cobos, le dijo que vio falta, aunque no sabía concretar de quién había sido.

La sensación de frustración en el Villanovense es muy grande porque son muchos puntos los que se han escapado en las últimas jornadas a causa de errores arbitrales, en este caso de goles marcados que han sido anulados y que después las imágenes de televisión han demostrado que debían haber subido.

Solo en esta segunda vuelta el Villanovense podría tener cinco puntos más si esos goles hubieran subido al marcador. Contra el Real Murcia, también en el Municipal, Raillo marcó a pase de José Ramón, pero el árbitro señaló un fuera de juego inexistente.

Hace tres jornadas, y también en los últimos minutos, el Villanovense estuvo a punto de empatar en Granada tras ir perdiendo 2-0, pero el tanto de Carrasco también fue anulado por fuera de juego cuando después se vio que era legal.

El domingo el error fue doble porque en el 72 el árbitro decidió no conceder ley de la ventaja a una falta sobre José Ramón que terminaría en gol. Precisamente la ley de la ventaja que sí se concedió dos jornadas atrás cuando Carrasco había regateado al portero y se disponía a rematar y recibió falta. «Cuando es una jugada que va dentro del área no cuesta nada dejarla seguir», aseguraba Cobos tras el partido, quien reconocía el estado de sus jugadores tras el duelo ante el UCAM. «Están fastidiados porque era gol, es que era ganar el partido en la última jugada».

En el caso de los goles supondrían cinco puntos más en el casillero de los verdes, lo que les colocaría en el último puesto de salvación, con 35 puntos. «Es que estamos necesitados, si estuviésemos en otra situación sería diferente», recordaba Cobos.

Errores que enfadan mucho a la afición también al tratarse muchos de ellos en casa, como los que ocurrieron contra el Recre, cuando se le anuló un gol legal a Espín y después se dio validez a un tanto de los andaluces en una jugada que empezaba con una mano clara de Alberto Ródenas. «Este tipo de cosas nos lastra, y es que no es que nos haya pasado una vez, es que nos ha pasado más veces. Y a mí no me gusta quejarme», afirmaba Cobos quien cree que es más fácil equivocarse para el equipo de la zona de abajo que contra el equipo de la parte de arriba.