El Villarreal afronta hoy (20.45 horas, TVE-1) su examen más importante hasta el momento en la Liga de Campeones en el estadio de Highbury frente a un histórico como el Arsenal, que, si bien se ha mostrado irregular en la liga inglesa, llega a las semifinales con una trayectoria europea inmaculada.

Pese a la diferencia aparente de potencial, el conjunto que dirige el técnico chileno Manuel Pellegrini afronta el compromiso ante el cuadro inglés sin complejos y consciente de que estar entre los cuatro grandes de Europa ya es un éxito y ahora tiene poco que perder y mucho que ganar. En la plantilla villarrealense creen que las diferencias sobre el campo no serán tantas como a priori se puede prever y que en el césped tendrán sus bazas y deben saber aprovecharlas para encarrilar una eliminatoria que ahora consideran "al cincuenta por ciento".

SIN SER GOLEADO El club español quiere imprimir su filosofía de juego y tratar de no recibir ningún gol para mantener vivas las esperanzas de cerrar la eliminatoria en casa, aunque también sabe que marcar en Highbury sería dar un paso de gigante hacia la final.

Las bajas de última hora de los centrales Gonzalo Rodríguez y Juanma Peña han dejado tocado al equipo y el técnico suramericano debe rehacer el eje de la defensa para afrontar este vital choque. El capitán Quique Alvarez y César Arzo serán los sustitutos del argentino y del boliviano, que se lesionaron de gravedad en el último partido de Liga ante el Barcelona y, junto a Josemi, que no está inscrito en la competición, son los únicos que no han viajado a Londres.

El resto del once, con Mario Barbosa bajo palos por la sanción de Sebastián Viera, que se ha desplazado junto a los veintiún jugadores disponibles, será el equipo de gala, pues, después de las rotaciones en el Camp Nou, Riquelme, Sorín y Forlán, que no estuvieron en ese choque de liga, tomarán las riendas.

Su presencia en Highbury ya ha abierto al Villarreal las puertas de la historia, pues será el último equipo que dispute un encuentro europeo en el estadio londinense, ya que la próxima campaña los cañoneros lo jubilan tras 93 años y más de dos décadas como escenario de partidos internacionales para jugar en Ashburton Grove.

CESC, ENTRE ALGODONES El Arsenal, por su parte, espera el choque pendiente de Cesc Fábregas, el centrocampista catalán habitual en los planes del entrenador Arsene Wenger, que deja atrás una lesión en el pie.

Como medida de precaución y pese a las ganas de saltar al campo de Fábregas, el técnico francés optó en la pasada jornada de la Premier por dejarle finalmente fuera de la convocatoria en el compromiso ante el West Brom Albion (3-1).

El sueco Freddie Ljungberg regresará previsiblemente al once inicial, en el que no estará otro español, José Antonio Reyes, baja por sanción, cuya ausencia se unirá a las del defensa inglés Sol Campbell, operado la semana pasada de una fractura de nariz; Ashley Cole y Lauren.

Igual que el Villarreal el Arsenal ya ha hecho historia esta temporada en la Liga de Campeones al llegar por primera vez a las semifinales, tras eliminar a clubes como el Real Madrid y el Juventus, lo que ha llevado al capitán, el francés Thierry Henry, a instar a sus compañeros a dar el "cien por cien".

Además, la situación que atraviesa el equipo en la Liga, en la que aspira a remontar al Tottenham Hotspur en la cuarta posición, obliga al club a centrarse aún más en Europa, ya que ésta podría convertirse en clave de su permanencia en Liga de Campeones la próxima campaña.