El Villarreal, que no pasó del empate sin goles en su campo y debe viajar a Turquía, es el conjunto español que tiene más complicado su acceso a la segunda ronda de la Copa de la UEFA (19.00 horas).
El conjunto que dirige Benito Floro, que llegó a la UEFA desde la Copa Intertoto, está obligado a marcar en Trebisonda, una de sus asignaturas pendientes.
El equipo, que se suponía que había ganado poder ofensivo con las contrataciones del brasileño Sonny Anderson, de José Mari Romero y del argentino Juan Román Riquelme, no rentabiliza las numerosas ocasiones de gol que crea, como le ocurrió contra el Trabzonspor en el partido de ida.
El Villarreal estará acompañado por los familiares de los seis militares de la Comunidad Valenciana que fallecieron en esta localidad turca, junto a otros compañeros, al estrellarse el avión en el que regresaban de una misión humanitaria. El club que preside Fernando Roig, que ha invitado a Trebisonda a los familiares, pretende rendir homenaje a los militares en el lugar donde se produjo el siniestro.
LOS DEMAS
El Barcelona también parte con un empate, aunque en su caso el 1-1 que logró el modesto Matador Púchov eslovaco en el último minuto del encuentro de ida no debería incomodar demasiado (21.30).
Más que el rival, al equipo que dirige Frank Rijkaard le puede preocupar la respuesta de la afición, que ya expresó las primeras protestas de la temporada tras perder contra el Valencia hace una semana.
Más sencillo, en principio, lo tienen el Valencia y el Mallorca, ganadores a domicilio frente al AIK Solna sueco y al Apoel Limassol chipriota. El líder español se impuso gracias a un gol de Rubén Oliveira. Hoy no debe sufrir (21.45). Rafa Benítez ha dado descanso a Baraja. El Mallorca fue muy superior al modesto Apoel, al que derrotó por 1-2, un resultado que le debería asegurarle un plácido tránsito a la segunda ronda. Luis Aragonés regresa al banquillo balear.
Para el sorteo de la segunda eliminatoria, el próximo viernes, en Nyon (Suiza), seguirá habiendo cabezas de serie y no se podrán enfrentar los equipos del mismo país.
