Villarreal: Diego López, Angel, Marchena, Musacchio (Gonzalo Rodríguez, m.79), Joan Capdevila, Bruno, Senna, Cazorla (Montero, m.68), Borja Valero (Cani, m.68), Nilmar y Rossi.

Espanyol: Kameni, Chica, Víctor Ruiz, Forlín, David García, Duscher, Márquez (Ivan Alonso, m.68), Callejón, Verdú, Luis García (De la Peña, m.58) y Osvaldo (Sergio García, m.32).

Goles: 1-0, m.22: Rossi. 2-0, m.31: Borja Valero. 3-0, m.54: Rossi. 4-0, m.76: Nilmar.

Arbitro: Iturralde González (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los locales Diego López, Musacchio, Angel, Rossi y Gonzalo y a los visitantes Osvaldo, Luis García, Forlín, Callejon, Duscher e Iván Alonso. Expulsó, con tarjeta roja directa, a Chica (m.84).

Incidencias: Alrededor de 18.000 espectadores en el estadio de El Madrigal.

La pegada del Villarreal de cara a gol hizo que los castellonenses ganaran el primer encuentro de esta temporada y por goleada (4-0) sin tener que hacer un gran partido ante un Espanyol que pese a la goleada ofreció una buena imagen, principalmente en la primera mitad.

Así el equipo barcelonés complicó mucho las cosas al local en la primera parte y en los primeros veinte minutos, pero no supo acertar de cara al gol y que acabó por pagarlo muy caro.

Una falta de acierto que no tuvo el equipo amarillo, que demostró que aunque no está en su mejor momento en cuanto a juego, sin duda cuenta con calidad y mucho gol para esta temporada.

Así, los primeros cuarenta y cinco minutos de este partido dejaron muy claro que en el fútbol de nada vale ser mejor, tener el partido controlado y disfrutar de las mejores ocasiones, si no las materializas, justo lo que le ocurrió al Espanyol. Después, lo pagaría caro, muy caro.