VILLARREAL: Diego López, Joan Oriol, Musacchio, Zapata (Gonzalo, m.76), Angel; Senna (Joselu, m.72), Bruno, Hernán Pérez, Jonathan De Guzman, Marco Ruben y Nilmar (Camuñas, m.63).

NAPOLES: De Sanctis, Maggio, Campagnaro, Cannavaro, Aronica, Zuñiga (Grava, m.90); Gargano, Inler, Lavezzi, Hamsik (Dzemaili, m.78) y Cavani (Pandev, m.82)

GOLES: 0-1, m.65: Inler. 0-2, m.76: Hamsik.

ARBITRO: Svein Odovar Moen (NOR). Amonestó por el Villarreal a De Guzman, Zapata, Hernán Pérez y Angel López, y por el Nápoles a Campagnaro. Expulsó a Walter Mazzarri, entrenador del Nápoles, en el minuto 51.

El Nápoles consiguió la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones tras imponerse por 0-2 al Villarreal, un resultado que impidió al conjunto español inaugurar su marcador de puntos en la última jornada de la fase de grupos.

El Villarreal, pese a no jugarse más que la honrilla salió a competir ante un Nápoles demasiado tenso, que no halló en ningún momento la fluidez en su juego pero que en la segunda parte encontró el camino del gol tras un disparo lejano y un error defensivo de los castellonenses, que dejaron fuera del torneo al Manchester City.

El conjunto italiano pudo, sin embargo, poner el partido de cara cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos, tras un centro lateral de Lavezzi en el que el colombiano Zuñiga rompió la línea de fuera de juego, pero su remate, a escasos metros de Diego López, salió despedido mansamente a las manos del meta español.

En el ecuador del primer tiempo, subió una marcha el Nápoles y se hizo con los mandos del partido pero nunca encontró huecos en el entramado defensivo del equipo castellonense y su segunda ocasión de gol no llegaría hasta los minutos finales, en un potente disparo de Hamsik que salió fuera por poco.

INOCENTE VILLARREAL El equipo español, sin la presencia de hombres creativos en su medular como Borja Valero o Cani, apenas fue capaz de hilvanar jugadas y abusó del juego directo.

En la reanudación, el Nápoles salió al terreno de juego consciente de que tenía la obligación de marcar para seguir vivo en la competición.

Pasado el cuarto de hora y con su técnico expulsado, el Nápoles se lanzó a la desesperada y a punto estuvo de marcar, tras una jugada de Cavani, cuyo centro lo desvió Joan Oriol y Diego López evitó el tanto en propia puerta.

La mayor presión de los napolitanos obtuvo su premio en una zurdazo del suizo Inler desde la frontal que sorprendió al meta español y que convirtió en el gol que volvía a meter a los italianos en los octavos de final.