Día de perros en el conjunto Astana. Solo la nueva tregua firmada por todos los corredores evitó ayer que el equipo suizo perdiera a sus dos líderes a la puerta de los Alpes. Alexandre Vinokurov y Andreas Klöden sufrieron ayer sobre sus bicicletas como posiblemente no habían hecho en sus vidas. Llegaron a Bourg en Bresse hundidos en la desolación, el dolor y el cansancio. El guión todavía no escrito del Tour puede haber dado un giro de imprevisibles consecuencias. Valgan las palabras de Toni Colom, mallorquín, de Bunyola, el hijo del profesor de latín que prefirió intentar triunfar en la bici que sumergirse en los libros y la política como el padre. "No creo que mañana (hoy para el lector) tomen la salida. Vinokurov está muy mal, y Klöden, todavía peor. No puede ni andar. Si salen no acabarán, y si se produce un ataque de Menchov o Valverde no lo aguantarán ni de coña". Así de claro.

Hace años que se recuerda al inolvidable Marco Pantani, hábil en la montaña y torpe en el llano, circulando al fondo del pelotón, rodeado por sus gregarios. Todos en su equipo debían estar pendientes de El Pirata , no se diera el caso de que se perdiera en el primer acelerón. Pues bien, ayer, en la que se espera haya sido la última etapa sosa y aburrida de este Tour, el conjunto Astana actuó con la misma táctica que el desaparecido Mercatone Uno del llorado Pantani. Los gregarios se repartieron a partes iguales para cuidar de los lesionados.

FIRME CANDIDATO Vinokurov, considerado como el candidato número uno al triunfo en París, el vencedor de la Vuelta 2006, el corredor que lideró la revuelta interna en el Astana para desmarcarse de Manolo Saiz, el antiguo patrón del equipo, se pasó el jueves por la noche cinco horas en el hospital.

Tuvieron que coserle las dos rodillas y también el muslo. Ayer se presentó a la salida de la sexta etapa convertido casi en una momia egipcia, con vendajes por todas partes.

La situación de Klöden no era más satisfactoria. El alemán, que hace un año terminó en París en segunda posición, si se tiene en cuenta la descalificación de Floyd Landis por dopaje, que se sigue eternizando, cojeaba de forma visible. El jueves por la tarde también acudió al hospital donde las radiografías descubrieron una fisura en el coxis --la rabadilla; el hueso inferior de la columna vertebral.

¿Qué habría pasado si se desentierra el hacha de guerra Quizá hasta puede que haya sido una oportunidad perdida. Si las heridas de Vinokurov son solo superficiales y no hay lesión ósea, en 24 o 48 horas debe mejorar. Algunos directores, como Eusebio Unzué, técnico de Alejandro Valverde y Oscar Pereiro, dudaban de que sus rivales estuvieran tan mal como dijo Colom.

Pero, ¿qué gana el mallorquín mintiendo Lo lógico era esconder las miserias del equipo. Pedro Delgado no pregonó su diarrea de Luz Ardiden, en 1990, que le apartó de cualquier sueño de ganar aquel Tour.

Miguel Induráin escondió su fiebre en la contrarreloj final de 1993 para que no se enterara Tony Rominger, hoy mánager de Vinokurov y Klöden y cerebro en la sombra del Astana. Llegaron a Bourg en Bresse, como Oscar Freire, que hoy, salvo sorpresa, dejará la carrera por su inoportuno forúnculo. Otra vez terminó segundo. Ayer lo superó Tom Boonen.