El Cacereño y Fran Viñuela no se entienden para encontrar una solución al conflicto que mantienen en torno a su salida o no del club, al menos de momento. «Tengo una gran oportunidad de mejorar y quiero ser profesional», dice el futbolista. «Quien le quiera tendrá que hablar con nosotros. Gratis no se va a ir, eso seguro», asegura el club, rotundo.

Las dos posturas aparecen claramente antagónicas un día después de que el extremo villafranqués no disputara un solo segundo en el CPC-Montijo del pasado domingo tras haber estado calentando durante más de 50 minutos. Esto fue algo que también molestó al joven futbolista, que el pasado día 1 cumplió 20 años. La última vez que la entidad le denegó la carta de libertad fue el pasado viernes. «La primera vez fue el día 2», dijo su representante y abogado, José Antonio Sánchez Bote, que espera que todo se solucione pronto.

«Quien le quiera tendrá que pegar una cantidad. Yo tengo que defender los intereses del club», dijo mientras tanto Luis Puebla, director general del Cacereño, algo que no se plantea hacer el futbolista, también sondeado por este periódico, y todo ello amparado en diferentes razones, aunque asuma que no se encuentra mal. «Estoy bien en Cáceres y en el Cacereño desde que llegué en verano. Además, estoy muy agradecido a mis compañeros y a la gran afición, qu siempre me ha mostrado gran cariño y por la que me desvivo cada vez que salto a jugar. Su trato ha sido excelente».

150 euros / Pero Viñuela argumenta su particular tesis para su pretendida marcha, de momento fallida. Tras afirmar que tiene ofertas de Segunda B, la última y más nítida del Toledo, asegura: «es una gran oportunidad para mí, por todo lo que acarrea jugar en Segunda B, por mi crecimiento deportivo y por poder llegar a ser profesional el día de mañana, y dándome de alta en la Seguridad Social, por lo que pienso que esta oportunidad no la debo dejar escapar, ya que jugar en categoría superior a mi edad es un gran reto personal».

El futbolista desveló cifras en su contacto de ayer con este diario. «Tengo ficha federativa por un año (temporada 17-18) con el CPC, y actualmente cobro 150 euros fijos al mes, las primas me las gano en el campo y en mi contrato no se refleja ninguna cláusula de rescisión, tengo que pagarme el piso» y añade: «nunca dije nada porque mi deseo siempre ha sido progresar a nivel deportivo y jugar ante esta gran afición, y ahora parece que el club pretende hacer negocio conmigo», aduce. Puebla niega que sea un año. «Es éste y uno más, y además se lo queremos ampliar y mejorar por varios años más».

«Me considero un profesional, y lo vivido ayer (por el domingo)», dice en relación a haber estado calentando sin salir durante más de un tiempo, «creo que no es justo y no es plato de buen gusto, en todo momento he dado la cara ante responsables del club. No llego a entender las palabras que se dijeron sobre lo ocurrido al finalizar el partido en rueda de prensa ni por qué se llega a ese extremo porque soy consciente de que pertenezco al Cacereño y como tal debo acatar todas las decisiones técnicas. El que haya tenido ofertas que considero son buenas no significa que no esté al cien por cien comprometido con el club, los compañeros y la afición», enfatizó.

El agente y el propio Viñuela dicen que el extremo es «fuerte mentalmente» y que no entiende lo que ocurrió, al tiempo que aseguró que se queda con el reconocimiento de la afición. «Estaba preparado para dar el cien por cien cada vez que me ponga esa camiseta, como siempre he hecho», pero pide comprensión, al tiempo que afirma que espera que todo se solucione «lo antes posible». También lo desea Puebla, aunque las posturas parecen ahora realmente lejanas.