Costó horrores, pero se consiguió. El triunfo del Cacereño a domicilio ante el Izarra (1-2) le va a dar la oportunidad de sobrevivir en Segunda División B una temporada más. Hoy en Madrid tendrá lugar el sorteo de la promoción de descenso. El rival saldrá entre el Leioa vasco, el Olympic de Xátiva levantino y el Linares andaluz.

El CPC hizo los deberes en Navarra. Ante un rival que no se jugaba nada, pero que tenía el excelente bagaje de haber recibido solamente tres goles en casa en toda la liga, el equipo de Angel Marcos cumplió con su obligación de vencer y no mirar lo que hicieran Sporting de Gijón B y el Atlético Astorga.

E hicieron bien los futbolistas de Angel Marcos. Los filiales asturianos vencieron al Guijuelo (2-0) y los leoneses, sorprendentemente, al que podía ser campeón, el Racing de Ferrol (2-1). Ayer, a las seis de la tarde, en el descanso de todos los encuentros, el Cacereño estaba prácticamente en la Tercera División.

Pero el arranque de la segunda parte fue capital para los extremeños. Un gol de Pablo Gállego (excelente final de temporada del extremo oscense) y otro del central segedano Gonzalo pusieron el 0-2. El tanto final de los locales fue insuficiente.

La alegría de los aficionados desplazados a Estella fue enorme, pero todos volvieron ya con la vista puesta en una eliminatoria a vida o muerte. Entre los espectadores se pudo ver a Antonio Martínez Doblas, máximo accionista de la entidad.

"Nosotros venimos de atrás. Ahora somos un equipo ya hecho", vino a decir Angel Marcos el pasado viernes para subrayar que el Cacereño llegaría bien --era su deseo, ahora es realidad-- a la eliminatoria por no bajar.

El equipo extremeño se ha quedado muy cerca incluso del puesto de salvación, pero las lecturas de la temporada son ahora estériles. El Cacereño se juega seguir en Segunda B tras siete años en la categoría de bronce.

Ahora queda esperar. A priori, cualquier rival debe ser un enemigo complicado. Al menos sobre el papel, el Linares aparece en el horizonte como el más fuerte, pero también Olympic de Xátiva o Leioa no serán fáciles.