La Vuelta envejece. Y no porque la gane un tipo simpático, de nombre Chris Horner, a quienes sus antiguos compañeros del Saunier Duval, por allá el 2005, bautizaron como Chiquito , porque su forma de hablar recordaba al famoso humorista. La Vuelta envejece porque las carreteras españolas, al margen de fronteras y obstáculos, se están quedando sin jóvenes, porque no hay equipos ni oportunidades.

En las tertulias que se producían durante la visita a la Vuelta, el tema estaba encima de la Vuelta. Chris Horner, desde Andalucía, al inicio de la segunda semana, ya se veía como un firme candidato a la victoria, a pesar de sus casi 42 años y de que no figurara en ninguna quiniela de grandes favoritos al inicio de la prueba, en un mes de agosto que ya parece muy lejano.

LA ESPERANZA Pero en estas mismas conversaciones, sobre todo a raíz del esperanzador anuncio de Fernando Alonso --todavía hay palos a las ruedas, aunque el equipo del piloto asturiano ya esté apalabrando corredores, al menos 16 necesitan-- se apuntaba un dato que no puede ocultar ni la sonrisa de Horner, ni su gesta a una edad en la que todos los ciclistas profesionales, excepto él, ya están retirados. Y el dato es escalofriante, en un ciclismo español que a 16 de septiembre del 2012, goza de una salud exquisita con corredores como Alberto Contador, ausente de la ronda española, a la que vuelve el año que viene, Alejandro Valverde, Purito Rodríguez y Samuel Sánchez.

El dato es para temblar porque si ahora hay vida, ¿qué será dentro de unos pocos años? El ciclismo español más allá del más joven de todos los astros; es decir, Contador, con 30 años, es un desierto, precisamente porque sin equipos profesionales de postín (uno que se queda, Movistar, otro que se va, Euskaltel, y uno que llega, Alonso Team) los chicos que prometen, como por ejemplo, el catalán Jordi Simón. se han tenido que recalificar como amateur por no encontrar hueco en ninguna plantilla cargada de veteranos.

Al menos, con Horner hay la esperanza de que Purito, dentro de ocho años, Valverde, dentro de nueve, o Contador, dentro de 12, todavía aspiren a vestir el color rojo como líder de la Vuelta en la plaza de la Cibeles de Madrid, tal como hizo este estadunidense, nacido en Okinawa, porque su padre era mecánico de la armada de EEUU en una base norteamericana. El mismo que recorría Estados Unidos en una caravana y que, a diferencia de Purito, Valverde, Contador o Samu Sánchez, debutó como profesional a tardía edad, por lo que, aunque sea cuarentón, no está quemado, como lógicamente estarán las estrellas españolas dentro de unos pocos años.

Horner, el simpático, el ciclista que en el 2010 cerró la lista de los top-ten del Tour, el mismo año que derrotó a Valverde para ganar la Vuelta al País Vasco sí ha podido contemplar en cambio como un país que lleva años estancado en ciclismo, Francia, ha exhibido por las carreteras españolas a sus jóvenes cachorros, 22 años (la misma edad de Simón) que han llenado de ilusiones a su paciente afición que ya sueña con ellos para que sucedan en lo alto del podio de los Campos Elíseos a Bernard Hinault, el último monsieur cycliste que ha ganado el Tour.

Chiquito , como se le apoda en el pelotón, sin equipo para el año pasado, en la agenda del Alonso Team, con tres hijos, casa en Denia y una ficha de 1,5 millones de euros --no está nada mal-- no ha visto ni como ganador de etapa ni entre los primeros de la general a una promesa española que pueda entusiasmar. Y si que ha anotado, en cambio, los nombres de Warren Barguil (vencedor en las metas de Castelldefels y Formigal) y Kenny Elissonde (con su cara de adolescente triunfó en El Angliru). ¡Allez les bleus! Es lo único que ha podido gritar Chiquito Horner, al contemplar las victorias de corredores que casi podrían ser sus hijos.

MATTHEWS GANA EN MADRID La última etapa, disputada entre Leganés y Madrid, se la llevó al Michael Matthews (Orica). El australiano se adjudicó la segunda etapa en la presente edición con un tiempo de 2h.43.51.

El vencedor de la última etapa consideró "muy bonito" ganar dos veces en la "primera gran vuelta" por etapas que disputa en su carrera deportiva. "Es muy bonito conseguir dos triunfos en mi primera grande. Muy especial", dijo, muy agradecido a su equipo, que le ha "hecho el esprint" en el Paseo de La Castellana, junto a La Cibeles.

Matthews, que el día 26 cumplirá 23 años, calificó como muy meritorio y "difícil" su balance en la Vuelta porque tuvo que "centrarse en unas pocas etapas" ante la "gran cantidad de metas en alto que ha habido a lo largo de tres semanas de carrera".