Vuelve el gol

MERIDA 0: Pedro Illanes; Rume, Roberto (Troiteiro, M. 46), Diego Rangel, Oscar; Jorge Luque, Cubillas (Santi Polo, M. 57), Prieto, Marcos; Ruiz (Marín, M. 46) y Lauri.

GOLES: 1-0 M. 21: José Luis. 2-0 M. 28: Israel.

ARBITRO: Gallo Moreno (Andaluz). Bastante bien salvo por algún mínimo lunar. Expulsó a Israel y amonestó a Checho, Juan Manuel, Lauri, Ciani, Mayo, el preparador físico local y Abela.

Se reencontró con el gol el Díter y lo hizo en el mejor momento. En medio de una jornada tan complicada como la de ayer, que aprieta la tabla en el grupo tanto arriba como abajo, solventó con suficiencia un nuevo derbi ante el Mérida y lo hizo como quien cose. Es más, los únicos problemas por los que pasó el conjunto segedano, bien es verdad que en la recta final del choque, se los buscó él mismo mientras el Mérida, el peor Mérida que se recuerda en mucho tiempo, se diluía en sus propias frustraciones sin siquiera presentar cara más allá del quiero y no puedo. Es el bloque de Prieto una caricatura de equipo que se enfrenta a una falta de autoestima tal que a las primeras de cambio, y para dinamitar cualquier propósito de enmienda y hasta sus mejores intenciones, persevera en errores pueriles concediendo ventajas al rival de turno.

Pero no sería de justicia quitar un ápice de mérito al triunfo segedano de ayer. Angel Marcos volvió a tener que recomponer su dibujo por mor de las ausencias y acertó. Con los mimbres que tenía evolucionó su 1-4-3-2-1 a 1-4-2-3-1 adelantando al pivote creativo a Abela, situando a Macías como su escudero y maniobrando en defensa para colocar a Juan Manuel --muy serio-- junto a Mayo en el eje y dando el carril zurdo a un brillante Diego.

EN APENAS MEDIA HORA

A resultas de lo anterior, la línea de mediaspuntas tenía a Ciani y José Luis en bandas y a Alex, con total libertad, para sacar brillo a su calidad en medio. Arriba, Israel cumplía su rol fijando a los centrales e incordiando en el área. Con ese guión, y en apenas media hora, el Díter solventó el duelo. Ayer tuvo lo único que le faltó en tardes anteriores, cuando tuteó a Extremadura y Ciudad de Murcia, gol. El primero lo puso José Luis en un detalle genial, al rematar con el exterior del empeine un servicio de Alex en saque de falta (m. 21). Sólo siete minutos después Israel Carmona firmaba la sentencia de muerte emeritense presionando hasta desquiciar a Pedro Illanes, que perdió el balón y vio como aquel lo llevaba a la red sin poder impedírselo ni agarrándolo (m. 28).

El Mérida, al que había espoleado el primer gol local y le había hecho buscar con intención la meta de Raúl, se hundía en la miseria mientras veía como se le aparecían todos los fantasmas de un pasado reciente que le tiene absolutamente comida la moral.

El partido no daba para más. Al Díter le bastaba con tener el cuero y esperar a que pasaran poco a poco los minutos. Si acaso debía aprovechar la desesperación visitante para firmar un tercer y definitivo gol que no llegó por una evidente falta de acierto. No era cuestión de desesperar. Tras varias jornadas reñidos con el gol habían conseguido dos y no era cuestión de pecar de avaricia.

Sólo de una manera podía entrar el Mérida en el derbi. Lo tenía que meter el propio Díter con errores propios. Y comenzaron a menudear las tarjetas primero Checho --que llegó a cinco y es baja en Melilla igual que Abela e Israel--, luego Israel, más tarde Juan Manuel, Ciani... Mateo Prieto movió pieza y entró en la segunda mitad quemando barcos y dando entrada a Troiteiro, un joven que mostró la mejor actitud en el bando emeritense, y Marín. Pero el contar con más delanteros no es garantía de tener más opciones de gol. El cuadro romano siguió apagándose hasta que Israel se metió en un segundo fregado y dejó a su equipo con diez. Era la única opción de un Mérida que ni en superioridad dio sensación de nada y acabó abatido. El Díter, por contra, con tres puntos, casi cuatro, más que importantes para retomar su racha.