No hay lotería de Navidad, ni tan siquiera calvo alguno (salvo Lolo controlando el juego en el centro del campo), pero la ilusión ha vuelto. Es la ilusión por haber conseguido un éxito, no solo deportivo, sino social. "Estamos cumpliendo los objetivos", dijo ayer un eufórico Antonio Martínez Doblas, máximo accionista del Cacereño, que añadió: "Seguimos luchando por el ascenso y hemos enganchado a la afición. Esta ciudad vuelve a estar con su equipo".

Ayer el Príncipe Felipe registró la mejor entrada de la temporada para empujar a su equipo en el partido de vuelta de la segunda eliminatoria contra el Haro. 3.500 espectadores, 3.500 almas que no dejaron de animar, a pesar de que el encuentro no tuvo la misma intensidad que el que se jugó en el mismo escenario quince días antes ante el Yeclano.

El Cacereño tuvo un partido cómodo. Y así lo vio el público. "Estos del Haro son muy fáciles, no parecen capaces de hacer un gol", comentaban en el descanso dos aficionados. Un tercero, cauteloso, se metía en la conversación: "Ahora en la segunda parte van a tener el aire a favor".

Con ganas de espectáculo

Pero ni con el aire en contra ni a a favor. El Haro no contribuyó en nada al espectáculo. El Cacereño jugó bien --con buenas triangulaciones y moviendo rápido el balón-- y gustó a sus aficionados, pero la falta de intensidad en el césped se trasladó a la grada. No pararon de animar, de tocar el bombo y la trompeta, pero faltaba ese ambiente de las grandes citas en las que el público se pone la camiseta número 12 y baja al césped.

Había ganas, muchas ganas de fútbol, de dejarse la garganta animando al equipo. Pero por suerte el Cacereño no lo necesitó. Ayer hubo que conformarse con ovacionar a los jugadores cuando los cambiaban (o expulsaban, como a Toni). La mayor ovación, sin duda, la que recibió Rocha, inmenso en esta fase de ascenso. "Rocha, Rocha..." gritó al unísono prácticamente toda la grada, reconociendo así el trabajo que está haciendo.

"Este público nos lleva en volandas", reconoció el entrenador verde, Angel Alcázar. "Por ellos, por el Cacereño y por Cáceres tenemos que darlo todo en la tercera eliminatoria, ", indicó el máximo accionista del club, que con rostro emocionado reconocío que "es muy bonito ver el campo lleno y apoyando así a su equipo".

Al final del partido, explotó la emoción y muchos aficionados invadieron el campo para felicitar a su jugadores y a los rivales. Fair play ante todo.

El palco, a tope

"Hemos tenido problemas para colocar a todo el mundo en el palco", dijo en tono de broma Martínez Doblas, que ya más serio señaló que "es muy importante que las instituciones vuelvan a Príncipe Felipe. Sin ellos, este proyecto se queda cojo. Tengo que agradecerles este respaldo". Estuvieron la alcaldesa, Carmen Heras, el presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar, o el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís.