Este Seis Naciones pintaba muy mal para Gales cuando Francia se puso con un escandaloso 16-0 en la primera jornada. Pero el XV del Dragón remontó y asaltó Saint-Denis. Inglaterra también se las prometía felices al irse al descanso con un 3-10 en Cardiff, pero nuevamente los 'dragones rojos' remontaron. "Gales se ha olvidado de perder", sentenció entonces su seleccionador, el neozelandés Warren Gatland, el hombre que hoy puede conquistar su cuarto Seis Naciones en su 12ª y última temporada al frente del conjunto británico.

Nadie duda de que gran parte del éxito radica en este extalonador, nacido en Hamilton hace 55 años, que ha cambiado la mentalidad de todo un país. "Ha cambiado la psicología del equipo y de la afición. Ya no existe la sensación de ser aspirantes, como en los años 90 y en los 2000, sino favoritos. Ganar el Seis Naciones año sí y año no se ve como ago factible, normal", analiza el exjugador Sam Warburton, el que fuera capitán galés en su último Grand Slam, en el 2012.

TRES EQUIPOS CON OPCIONES

Los números de Gatland son impresionantes. En su estreno con el XV del Dragón, en el 2008, ya se llevó el Seis Naciones con pleno de victorias, y en el 2013 se coronó por tercera vez. Ahora Gales vive el mejor momento de su historia, con 13 victorias consecutivas. La 14ª, este sábado contra Irlanda en Cardiff (15.45 h), supondría otro Grand Slam. El XV del Trébol, su último verdugo, hace 13 meses, ha conseguido que el partido se juegue con el techo del Millenium abierto, pese a que se prevé un temporal en Cardiff, donde Gales no pierde desde el 2017. Irlanda tiene opciones de conquistar el torneo, pero necesita ganar y que Inglaterra, que está al acecho, no lo haga contra Escocia.

Precisamente el banquillo irlandés fue en 1998 su primer gran cargo. Aunque no logró títulos, pasó de las cero victorias en su primer Cinco Naciones a acabar empatado a puntos en el 2001 con la campeona Inglaterra, a la que privó del Grand Slam en el último partido, detalle que seguro agradó a los suyos.

Dejó la Isla Esmeralda para tomar las riendas de un club de Londres, los Wasps (avispas), a los que hizo volar tan alto como después al 'Dragón'. Tres títulos de la Premier en tres temporadas y una Heineken Cup (la Champions) fueron su legado antes de dirigir a la selección de Waikato, una región de Nueva Zelanda donde también estableció un récord de victorias.

"De puertas para adentro, Warren siempre te dice lo bueno que eres. Cuando te dice que vas a hacer algo, nueve de cada 10 veces eso sucede", explica Warburton como uno de los secretos de Gatland, que cuenta con tres supervivientes de aquel equipo ganador del 2012 (el capitán Alun Wyn Jones, George North y Jonathan Davies), pero que también deja un legado de jugadores jóvenes, como Adam Bard (23), Aaron Wainwright (21), Ellio Dee (25), Dillon Lewis (23) y Josh Adams (23), que suma tres ensayops en sus tres últimos choques.

Tampoco le han faltado detractores a Gatland, sobre todo por su estilo de juego, que algunos bautizaron como 'Warrenball': percutir, ganar un metro, percutir, un pase o dos, volver a percutir, a la espera del fallo del rival. "A veces bromeamos diciendo que el 'Warrenball' debería ser el 'Winningball', porque mira la de trofeos que hemos ganado en estos años. Sea como sea, ha sido exitoso", se defiende el técnico kiwi. "Hace unos años, para que veais qué tonta es la gente, dijimos que habíamos cambiado nuestro estilo de juego. Anotamos un par de ensayos y la gente empezó a decir que era un cambio brillante. Pero en realidad estábamos jugando igual que siempre".

PENSANDO EN JAPÓN

Cuando hace dos años renovó dos temporadas advirtió: "Quizá llevo demasiado tiempo como seleccionador de Gales". Pero a la vez puso alto el listó para él y su equipo: "Creo que es realista pensar en poder ganar el Mundial del 2019". Parece difícil, pero no imposible.

Tras la cita de Japón emprenderá otra aventura. Sonó como seleccionador neozelandés y ahora Inglaterra parece decidida a apostar por él, aunque también le tienta volver a dirigir en la Premier. Ofertas no le faltarán a uno de los técnicos mejor pagados del mundo (450.000 libras anuales, unos 527.000 euros).

"Para muchos miembros del equipo técnico será nuestro último partido en el Seis Naciones, y que sea en Cardiff lo hace aún más especial. Habrá mucha emoción el sábado, hay que disfrutarlo", reconoce Gatland. "Llegó aquí ganando el Seis Naciones y sería bonito despedirle con otro", desea Jones, el actual capitán. "Pero quedan 80 minutos antes de que podamos mirar el lado romántico y sentimental de todo esto", advierte.