Harper Williams y sus agentes no se quedan de brazos cruzados. En su batalla legal con el Cáceres 2016 en el expediente disciplinario que el club le abrió hace ya dos semanas ha alegado que no reconoce el reglamento de régimen interno que el club le aplica para, presumiblemente, provocar la rescisión unilateral de contrato.

El club alega que el pívot norteamericano cometió cometió tres faltas graves a ese código de comportamiento en la noche del 28 de septiembre. Es un documento que en teoría todos los jugadores acatan cuando suscriben sus contratos. En este caso, Williams asegura desconocer esa serie de normas y menos haber firmado su aceptación.

En todo caso, y finalizado el periodo de alegaciones, resulta muy difícil imaginar que el Cáceres 2016 no rompa el contrato de Williams en un proceso que se espera que termine entre el viernes y el lunes.

Ahora, el club no tiene prisa. Puede alinear a Wayne Simien como jugador del equipo filial durante nueve partidos más en una maniobra similar a la de que tuvo que hacer unos meses con Vassilis Kitsoulis.