Este lunes, 29 de junio, a las 14.00 de la tarde hora española, Novak Djokovic debía pisar la central de Wimbledon, como campeón del 2019. Pero a esa misma hora el escenario donde el tenista serbio vivió una de las finales más intensas de la historia del torneo ante Roger Federer, al que logró imponerse tras levantar dos ‘match balls’ y decantar la victoria al apuntarse el ‘tie break’ definitivo, que decidía por primera vez una final del centenario Grand Slam, ha aparecido en silencio, sin red sobre su impoluto césped, después de que la organización del All England Tennis Club (ALTC) decidiera hace un par de meses la cancelación de la edición del 2020 por la pandemia del coronavirus.

Los responsables de Wimbledon optaron por la suspensión antes que trasladarlo a otras fechas, como ha hecho Roland Garros, por la dificultad de mantener en buen estado sus pistas de hierba pero, especialmente, por tener cubierto la cancelación del torneo con un seguro que cubría una pandemia como el covid-19. “Es formidable poder beneficiarse de un aseguro así. A pesar de la suspensión, financieramente nosotros estamos en una buena situación y el tenis británico ha quedado protegido”, ha explicado Richard Lewis, director ejecutivo del torneo, que abandonará su cargo sin presenciar la edición del 2020.

Lewis ha explicado, sin embargo, que el escudo del seguro “no es eterno”. Si Wimbledon se volviera a cancelar el próximo año ya no tendría posibilidad de salvarse con un seguro. “En la actualidad es imposible contratar un seguro así. Cuando asumí el cargo en 2012, había indicios de que las cosas no eran asegurables debido a enfermedades contagiosas que ya habíamos visto proliferar, como el SARS o la gripe porcina”, explicó el máximo dirigente de Wimbledon.

Indemnización millonaria

El seguro contratado por Wimbledon durante hacía años costaba anualmente casi dos millones de euros pero gracias a él, la suspensión del torneo ha quedado cubierta con una indemnización de 114 millones de euros. El Abierto de EEUU y Roland Garros, que no disponían de una póliza similar, podrían perder hasta 250 millones de euros si no pudieran disputarse esta temporada.

Sally Bolton, quien sucederá a Lewis, ha dicho este lunes a la prensa británica que Wimbledon está preparando ya la edición del 2021 y está alerta con el futuro del tenis. "Aanalizaremos de cerca lo que hacen en el Abierto de Estados Unidos y Roland Garros este año, trabajando con las limitaciones en las que se encuentran y aprendiendo lo que podamos.

La suspensión de Wimbledon es la undécima desde su creación en 1877 y la primera desde la Segunda Gerra Mundial.