Una efeméride espera a Xavi en el Bernabéu: el partido número 600 de su carrera profesional desde que debutara con el primer equipo del Barça el 18 de agosto de 1998. Xavi ha jugado en el Bernabéu, por lo tanto, en todas las situaciones posibles y ha llegado a una conclusión: la clasificación de cada equipo no aventura el desenlace del duelo. El del sábado, a juicio del 'cerebro' azulgrana, tampoco decidirá nada cuando aún no se ha traspasado el ecuador del campeonato. "Todas las diferencias son remontables", asegura, al escuchar que si el Madrid se colocara a unos virtuales nueve puntos de ventaja (si ganara al Sevilla el fin de semana con el Barça en Japón) dejaría sentenciada la Liga. "La ventaja del Madrid significa que ha estado un pelín mejor que nosotros, pero en los 'clásicos' no influye nada la clasificación".

Y aunque reconoció ayer que fue muy crítico en la pasada campaña contra la dureza del Madrid y su planteamiento defensivo, el centrocampista culé consideró que esta temporada, en la Supercopa de España, ya jugaron "de tú a tú". "Visualizo un partido muy físico. Intentarán apretarnos arriba. Me gustaría que se viera un partido de fútbol y sólo se hablase de un partido de fútbol y se vea un buen espectáculo".