El mundo del béisbol norteamericano ha vivido una de las semanas más excitante de las últimas décadas. En tan solo unos días, dos, tres, se han producido dos de los fichajes más espectaculares y millonarios de la historia de la pelota base y, desde luego, del montículo, ya que dos de los mejores lanzadores de los últimos tiempos han firmado contratos de centenares de millones de dólares, que se han convertido en récords de su posición.

El pasado 9 de diciembre, cuando nadie lo esperaba pues todo el mundo creía que el ganador Stephen Strasburg iba a abandonar el montículo de lanzamiento de los campeones, los Washington Nationals, el conjunto campeón, convirtió el nuevo contrato de Strasburg en el más rico y mejor de la historia para un lanzador. Strasburg firmó por 245 millones de dólares (es decir, algo más de 220 millones de euros) por siete temporadas más, superando los 217 millones de dólares (195) de David Price con los Red Sox de Boston.

Contratos por las nubes

Cuando todo el mundo creía que la marca de Strasburg, enorme, la más grande jamás pagada por un pitcher, iba a ser récord durante años, los legendarios, populares y ansiosos Yankees de New York, que no ganan las Series Mundiales desde el 2009, han firmado a Gerrit Cole, de 29 años, agente libre y lanzador de los Houston Astros durante los dos últimos años, por 324 millones de dólares (292) y nueve temporadas. Cole se convierte así en el primer pitcher que supera la cifra de los 300 millones de dólares. La primera gran estrella que lo logró fue el jardinero Bryce Harper, cuando firmó por los Phillies de Philadelphia por 330 millones de dólares (297) por 13 años.

Cole, de 29 años, nacido en Newport Beach (California), pero siempre fans de los Yankees, que lo seguían desde el 2008, había rechazado hasta el dos ocasiones la posibilidad de fichar por el club de sus sueños. La primera cuando estaba en la universidad y prefirió seguir estudiando y jugando ahí un año más y, la segunda, hace dos temporada cuando ya vinieron los de NY a buscarle. Cole es nuestra 'ballena blanca', contó entonces Brian Cashman, manager general de los Yankees, tal vez la tercera será la definitiva. Como así ha sido. Cuentan que Cashman tuvo la habilidad, la picardia, de presentarse a negociar con Cole acompañado de Andy Pettitte, una de las leyendas de los Yankees, lanzador ídolo de Cole, ganador de cinco Series Mundiales.