El alemán Erik Zabel, uno de los corredores más veteranos del pelotón mundial con 37 años, se hizo la foto como vencedor en la séptima etapa de la Vuelta, marcada por un ajustado desenlace y una caída a dos kilómetros de meta que redujo el esprint a diez corredores, en la que el ruso Vladimir Efinkin mantuvo el jersey oro.

El corredor del Milram se salvó de la quema en una rotonda en obras que varió recientemente su trazado, lo mismo que Freire, solo que el español se tomó la jornada con tranquilidad y se puso en el furgón de cola fuera de riesgos, y acertó, una vez más, en su planteamiento.

Zabel ganó su octava etapa en la Vuelta por delante del australiano Allan Davis (Discovery), el primero en atacar y del italiano Paolo Bettini (Quick Step), siempre merodeando entre los grandes. En la jornada del viento marcó un tiempo de 3h.52.05, con una media elevada, de 45,5 kilómetros por otra tras cubrir 176 kilómetros.

PREVIA A LA CRONO Koldo Fernández (Euskaltel), cuarto, volvió a meterse en el lío , como el español Luis León Sánchez (Caisse D´Epargne), que fue noveno. Los Petacchi, Boonen, Bennati y resto de guepardos bastante tuvieron con no verse involucrados en la ensalada de golpes. El líder, Vladimir Efinkin, se presentará en la contrarreloj de Zaragoza como tenía previsto, con Denis Menchov (Rabobank) y Carlos Sastre (CSC) a 1.06 minutos. Ahora, a demostrar que es un jefe sólido.

Fue una etapa de transición, de caídas y de escapada programada. Raúl García de Mateos (Relax) y Jesús Rosendo Prado (Andalucía) apenas esperaron al banderazo de salida para salir disparados hacia las ventosas llanuras riojanas y aragonesas.

El viento de costado se convirtió en favorable a 50 kilómetros de meta. Un turbo natural para todos. La persecución de 181 contra 2 hacia la capital aragonesa, una carga de tensión que desembocó en una caída masiva con varios heridos de consideración, como el belga Roesems (Predictor), evacuado en ambulancia. Los demás rasguños en el chasis y poco más.