La visita del Barcelona, aun cuando se haya dejado en casa a sus cracks , ha revolucionado la ciudad de Zamora, cuyo primer equipo de fútbol espera dar la campanada en la Copa del Rey venciendo al líder de primera división en el partido de ida de octavos de final (20.30 horas, PPV).

La repercusión de la llegada del cuadro azulgrana también se ha dejado notar en las gradas del estadio Ruta de la Plata, que con once mil localidades, originalmente dispone de cerca de ocho mil asientos, será una caldera a presión para recibir a los azulgranas y animar al cuadro de Raúl González. Apenas quedan entradas para el encuentro, y desde el club se confía en que todas salgan de las taquillas en las horas previas al choque. De nuevo, la copa ofrece la oportunidad de salir en los titulares a un equipo modesto, con cerca de un millón de euros de presupuesto y 2.600 socios, el Zamora CF, que se ha convertido en el nuevo matagigantes de la competición. Tras eliminar al Villajoyosa, le tocó el turno a la Real Sociedad de Amorrortu y después al Eibar, las tres víctimas del conjunto zamorano.

UNA FIESTA Desde todos los estamentos del club han coincidido en declarar el partido de mañana como una "fiesta del fútbol zamorano". Esas eran las palabras que utilizaba el técnico rojiblanco, Raúl González, cuando se conoció el enfrentamiento frente a los azulgranas. El capitán, Iván Candela, reconoció que era "un premio para todos" y señaló que todos sueñan con "dar la campanada".

El Barcelona abrirá 2006 ante el Zamora, único equipo de Segunda división B clasificado para los octavos de final de la competición, y con la ausencia de sus grandes figuras. Frank Rijkaard, ha tenido que recurrir al filial para completar una convocatoria de dieciséis jugadores en la que no aparece ningún delantero centro nato, por lo que el joven Cristian Hidalgo, ariete del Barcelona B, podría ejercer de nueve .