El técnico del Madrid, con su habitual tono tranquilo, habló claro del que es quizás el principal problema del club: la salida del equipo del galés Gareth Bale. «No ha sido convocado porque el club está tratando su salida. Si se marcha mañana, mejor para todos», dijo Zidane tras perder el primer amistoso de pretemporada, 3.1 ante el Bayern de Múnich.

Era un secreto a voces, pero la franqueza medida de Zidane ha terminado de exponer el conflicto abierto que vive el Madrid al completo con un Bale sentenciado por la grada del Bernabéu, repudiado por el entrenador y extremadamente devaluado.

Hasta ahora, el galés no había mostrado el más mínimo interés por abandonar el Madrid, aún a riesgo de frecuentar otra temporada el banquillo y aunque su carrera, con 30 años recién cumplidos, se asome a un ocaso decepcionante. El único que toma la palabra es su agente, Jonathan Barnett, casi siempre con poco acierto: «Zidane es vergonzoso, no muestra ningún respeto por un jugador que ha hecho tanto por el Real Madrid», respondió Barnett al técnico blanco en AFP. «Por el bien de todos, estamos trabajando en su salida», añadió después.

Pese al caos, los mensajes de la directiva blanca van en la dirección de no malvender a nadie, menos aún a una pieza de peso de la plantilla, aunque el reto ya es atraer a algún club que, al menos, se haga cargo de su ficha astronómica y deje algo en la caja blanca. Medios ingleses ayer hablaban de un trueque Neymar-Bale. El brasileño está cansado de esperar al Barça, pero el intercambio no parece muy viable.

PRIMERA DERROTA / El huracán Bale pasó por encima del primer partido de la pretemporada blanca, una derrota (3-1) ante un Bayern que estuvo más acertado en el primer tiempo y que se impuso sin miramientos, tras el descanso, a un Madrid de circunstancias, con canteranos, fichajes y descartes, entre los que destacó el golazo de falta de Rodrygo, el desparpajo del japonés Kubo y el despliegue físico de Mendy.

En la primera parte, Zidane experimentó con una presión intensa, con Isco en la mediapunta, por detrás de Benzema, y con libertad por delante de Modric y Kroos, acompañado por Asensio y Hazard en las bandas. El belga fue creciendo con el paso del juego y provocó los mejores minutos de su equipo gracias a su juego combinativo y a su desborde en carrera, aún con la carencia de poderío físico en el centro del campo que sufrió el equipo.

En el horizonte asoma la complicada misión de reclutar a Pogba, pese a contar con el entusiasmo del jugador por salir de Manchester. Mientras, con el PSG dispuesto a vender a Neymar y la incapacidad económica del Barça, todo puede pasar aún.