La vuelta de Eden Hazard a los terrenos de juego con el Real Madrid se cumplirá al fin ante el Celta de Vigo, tras 82 días de baja, después de la protección por la que optó Zinedine Zidane en los dos últimos encuentros, ante Real Sociedad y Osasuna, en los que esperaba una dureza física que el belga no está aún en condiciones de soportar.

Hazard ultimará su puesta a punto esta semana, trabajando en solitario lunes y martes en la ciudad deportiva, y desde el miércoles con el grupo como ha hecho las dos últimas semanas. Zidane ya dejó entrever sus planes tras el triunfo en El Sadar, tras pasar un período que consideraba necesario de entrenamientos al mismo ritmo que el grupo para mejorar su tono físico. «Decidimos juntos y no era el momento, veremos esta semana. Va a necesitar esta semana larga y lo vamos a ver la que viene, espero», apuntó señalando el encuentro del domingo ante el Celta como el momento perfecto para el regreso.

Lesionado desde el 26 de noviembre, cuando sufrió una dura entrada de su compatriota Thomas Meunier en el encuentro de Liga de Campeones frente al París Saint-Germain, las esperanzas de las primeras pruebas se torcieron cuando se comprobó ante sus malos síntomas que tenía afectado el tobillo derecho donde tiene una placa de titanio de una operación previa.