Después de lo del Legia en Varsovia el miércoles pasado, Zinedine Zidane no se fía de nada ni de nadie. Con la defensa bajo mínimos, la falta de compromiso de sus delanteros para otra cosa que no sea mirar a la portería rival y sus ataques de entrenador, el técnico blanco tiene motivos sobrados para ver al Leganés como un ocho mil a escalar en condiciones muy adversas.

El recién ascendido del sur de Madrid llega además al Bernabéu (12.00 horas, beIN Liga) con el llamativo cartel de haber conseguido nueve de sus diez puntos lejos de Butarque, lo que sin duda da que pensar a 'Zizou', que ha confirmado que dará minutos a Modric, ausente desde que fue operado de la rojilla izquierda el 2 de octubre, y que no puede contar con Benzema, que tiene molestias en los isquiotibiales.

CONCLUSIONES POSITIVAS

El preparador madridista ha vuelto a prevenir a sus jugadores sobre los peligros de no estar dispuestos a dar siempre el máximo durante todo el tiempo que dura un partido. “Tenemos que salir al campo y jugar siempre los 90 minutos a tope. Jugando así es como se llega a la culminación. Hay que tener constancia, ser constante, que es lo más complicado en el fútbol. En la vida en general, pero en el fútbol también”, ha dicho Zidane, que confía en que los futbolistas blancos hayan sacado consecuencias positivas de lo ocurrido ante el Legia.

“A veces puede parecer que es malo un partido así, pero creo que es todo lo contrario. Te puede venir bien porque sabemos lo que buscamos, que la Liga es muy larga y que va a ser una temporada complicada”, ha añadido el técnico francés, que, aunque entiende las críticas, considera que no hay motivos para sacar conclusiones tan negativas como se ha hecho en las últimas fechas. “Parece que los jugadores lo están haciendo mal, pero mi sensación es que no está tan mal como parece”, ha apuntado Zidane, que, de todos modos, ha vuelto a admitir que el partido de Varsovia le dejó tan malas sensaciones como al resto del madridismo: “Las críticas siempre van a estar. Lo que me interesa es olvidarme de ese partido. El fútbol es así, aveces no te salen las cosas después de 30 minutos buenos. Ha sido un partido raro”.

DECISIÓN POLÍTICA

Ha asegurado, pese a todo, que sacar cuatro delanteros en Polonia no fue una decisión política. "Todo el mundo puede decir lo que piensa. Lo que yo sé es que no hago un equipo para contentar a un jugador u otro. Si un jugador juega diez partidos o no nunca va a estar contento del todo. Lo sé porque he sido jugador. Por lo tanto nadie puede decirme lo contrario y sin embargo todos pueden pensar otra cosa. Todos pueden hablar del Legia, que había cuatro delante, que no estábamos organizados. Pero si tuviera que hacer lo mismo lo volvería hacer", ha afirmado Zidane.

FALTA DE SOLIDEZ

No acaba de explicarse la escasa estabilidad defensiva de un equipo que lleva diez partidos seguidos encajando goles. “No sé por qué hemos perdido esa solidez. Es parte del fútbol. ¿Me preocupa?, no, para contestar claramente. A mí no me gusta, y a los jugadores menos, encajar goles… Es cuestión de todos, no solo de los cuatro defensas y un medio, y todos podemos mejorar. Lo que tenemos que buscar, el primero yo, es intentar que mañana no nos metan ninguno y meterlos nosotros”, ha insistido el entrenador del Madrid.