Zidane, como Ernesto Valverde, intenta no desviar la mirada más allá del fin de semana: Ni hablamos de eso, lo que me interesa es el partido de Valencia, reiteró tantas veces como se le preguntó por el clásico entre el Barça y el Madrid, desde la seguridad hasta los días de descanso, de este miércoles.

Pero con el clásico a tiro de piedra, las precauciones se acrecientan para llegar al Camp Nou con las máximas posibilidades de éxito, empezando por la presencia de Casemiro, que lleva cuatro jornadas con cuatro tarjetas amarillas, a una de la suspensión. Tengo que hacer una alineación pensando en Valencia, si pienso en el miércoles, me equivoco totalmente. Lo más importante es el siguiente partido, dijo Zidane sobre el posible descanso del brasileño sin aclarar demasiado. Sé que no digo mucho, mañana veremos, asumió el francés muy relajado, sonriente, haciendo bromas, con unas casi carjacadas inusuales en la sala de prensa de Valdebebas.

Con Casemiro y sus cuatro amarillas, Zidane eligió el camino de aguantar, de que no forzara una tarjeta para llegar limpio al tramo final del año (Valencia, Barça y Athletic), pero el técnico no le ha dado descanso al brasileño en ningún partido oficial de lo que llevamos de temporada y, ante el Valencia, se acumulan los motivos para una rotación en el centro del campo.

Aún así, no faltan las voces madridistas que abogan por hacer suyo el cholista partido a partido: primero ir con todos los disponibles a Valencia, independientemente de la cercanía del clásico ante el Barça. Tenemos tres partidos importantes, muy cerca, y va a ser difícil no rotar, asumió después el técnico francés, que este sábado por la tarde dará lista de convocados en la que no estarán, además de Hazard, los lesionados Asensio, Lucas Vázquez y James, aunque ya se pudo ver al colombiano trabajando sobre el césped.

Zidane tendrá que experimentar en el lateral izquierdo en Mestalla, donde no estarán Marcelo, el único de los lesionados con opciones de llegar al clásico, ni Mendy, expulsado ante el Espanyol. La opción más lógica es Militao, con experiencia en el carril y con velocidad para dar la talla; después de que Nacho, recién recuperado de una lesión, no jugara ni un minuto en Brujas.

En la Liga de Campeones tampoco jugó Bale, al que Zidane cuida más en la sala de prensa que en las alineaciones: No creo que sea menos importante que antes, dijo el entrenador antes de recurrir a su manido lema: Todos son importantes, insistió en un desarrollo profuso de la idea.