Cinco días después de ganar su tercera Champions en dos temporadas y media como entrenador del primer equipo, y con la misma serenidad y franqueza con la que llegó, Zinedine Zidane abandona el Real Madrid. Acompañado de un Florentino Pérez visiblemente serio y afectado, el francés anunció ayer su marcha: «Tomé la decisión de no seguir el año que viene como entrenador del Real Madrid. Creo que es el momento para todos: para mí, para la plantilla y para el club. Había que hacerlo. El equipo necesita seguir ganando y para eso hacen falta cambios. No veo tan claro como yo quisiera que podamos volver a ganar», explicó ante una abarrotada y expectante sala de prensa.

El desgaste de ganar tres años seguidos fue el gran argumento de Zidane, que admitió que quizá hubiera continuado si el equipo no hubiera ganado en Kiev. «Soy un ganador, me gusta ganar y siento que para seguir ganando es necesario un cambio. Me voy por el bien de todos. Hay que saber cuándo parar; creo que conmigo habría sido complicado ganar el año que viene», insistió el francés, que aseguró que su decisión nada tiene que ver con las dudas generadas en torno al futuro de Cristiano Ronaldo. «Es una decisión que muchos no entienden pero era lo más adecuado después de tres años ganando», reiteró.

MEJOR Y PEOR MOMENTO / No era una decisión esperada, ni por los aficionados ni por el club, como reconoció el propio Florentino Pérez: «Uno no puede estar preparado para una noticia como esta. Me ha causado un gran impacto. Lo he intentado, pero sé que no le puedo convencer. Es un día triste», señaló el presidente en su única intervención, tras declinar contestar preguntas sobre el futuro del banquillo blanco. Muy serio durante toda la comparecencia, Pérez solo esbozó una leve mueca similar a una sonrisa cuando Zidane destacó como el mejor momento de estos tres años el día en que el presidente lo fichó. Pero volvió a torcer el gesto cuando el francés añadió: «Como entrenador, mi mejor recuerdo es haber ganado una Liga. La Liga es lo máximo».

En todo momento, Zidane exoneró de culpa a los jugadores, a los que comunicó su decisión por mensaje. «¿Qué les podía pedir más? Tal vez mis jugadores necesitaban otro discurso para volver a ganar», dijo, antes de dar las gracias a la afición de manera muy insistente, así como al club: «Puede ser un hasta luego porque el Madrid me lo ha dado todo y siempre estaré en este club».

El ya exentrenador madridista reconoció que a lo largo de la temporada ha habido situaciones difíciles que han condicionado su decisión: «El peor momento fue la derrota ante el Leganés en Copa. Me quedé... no voy a decir la palabra. Hay momentos complicados en la temporada que te hacen reflexionar... y ya está. Creo que es el momento. Los jugadores necesitan un cambio», apuntó, reprimiendo la intención de explicar mejor en qué momento y por qué sintió que este equipo no iba a continuar con él su camino de éxitos.

Sobre su futuro más cercano, el técnico francés descartó por completo que la próxima temporada entrene en otro club: «No busco otro equipo y no voy a entrenar la próxima temporada», aseguró, aunque también quiso dejar claro que este no es el final de su trayectoria como técnico: «No estoy cansado de entrenar, son solo tres años. Pero siento que es el momento de hacer un cambio», sentenció.