La final de 49er terminó en Qingdao a las 17.11 horas de la tarde. Siete horas más tarde, pasada la medianoche china, cuatro tripulaciones aún esperaban la resolución del jurado internacional a la protesta que decidirá el podio olímpico, a la reclamación que tanto España como los medidores de la organización --que certifican con qué material se puede competir en caso de avería-- han presentado contra Dinamarca por haber disputado la prueba con el barco croata.

Sin haber comido ni cenado, tumbados en el suelo y hartos de un deporte que no se acaba cuando uno cruza la meta, Iker Martínez y Xabi Fernández luchaban como señores por el honor merecido. "Si sois buenos nos dejaréis el oro a nosotros", le dijo a Xabi uno de los daneses, que pueden tener que conformarse con un diploma. Los vascos y los alemanes Peckolt se juegan el color del metal, mientras que los hermanos italianos Sibello aspiran a subir al podio desde la cuarta plaza.

Seis horas

Pasada la medianoche china, tras seis horas de deliberaciones, el jurado sólo pudo comunicar que atrasaba la decisión a hoy, día en que volverá a abrir la audiencia. "Estamos haciendo méritos para que quiten la vela como deporte olímpico", se quejó Iker.

Cinco personas --de Gran Bretaña, Australia, Japón, Holanda y Noruega-- forman el jurado que va a decidir su suerte, en la protesta más decisiva y más larga que se recuerda. "Con el reglamento en la mano llevamos la razón", aseguró el especialista en estas normas, Jordi Lamarca, que ve increíble que a los jueces se les ocurra sentar un precedente tan peligroso. "Es como si en la F-1 a Alonso se le ocurriera coger un Ferrari porque su coche se ha roto". Y nadie en el campo de regatas supo que los daneses iban camuflados de croatas; de haberlo sabido, algunos habrían cambiado su estrategia.