En febrero, los grupos políticos del Congreso de los Diputados estaban a punto de cerrar un acuerdo para la reforma del sistema de pensiones en el seno de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo.

El rechazo al proyecto de Presupuestos del Estado para el 2019 y la posterior convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril hizo saltar por los aires el acuerdo en un giro del que la mayoría de los demás grupos políticos culparon a Unidas Podemos. El grupo morado, sin embrago, se sacudió esta responsabilidad. Lo cierto es que se quedaron sobre la mesa más de una decena de líneas de recomendaciones de reformas que esperan ser retomadas en la próxima legislatura.

1.- Subir las pensiones con el IPC

Los grupos políticos habían acordaron garantizar el poder aquisitivo de las pensiones en base al IPC. Se usó esta expresión para, al mismo tiempo que se dotaba al índice de precios de consumo de preferencia para guiar las subidas, no cerrar el paso a otros indicadores, como el PIB, ni a poder excluir de las alzas a las pensiones más altas en caso de crisis.

2.- Separación de fuentes

Extraer de los gastos que ahora financia la Seguridad Social partidas que no tienen carácter contributivo --como las bonificaciones a los contratos o, para algunos, los gastos de funcionamiento del sistema--, es una de las vías que estaba explorando el Pacto de Toledo para aligerar el déficit del modelo.

3.- Tope máximo de cotización

El tope máximo de cotización actual es de 4.070,10 euros al mes. Todo el salario mensual por encima de este tope no cotiza a la Seguridad Social. Una de las vías de reforma debate si elevar este tope para aportar más ingresos al sistema. El dilema es si la pensión máxima (2.659,41 euros) también debe subir para mantener la contributividad del sistema.

4.-Factor de sostenibilidad

Es un mecanismo que debe servir para ajustar de forma automática la cuantía de la pensión a la mayor esperanza de vida. Obedece al principio de que si se va a vivir más años, la pensión debe ser algo menor. El PP_introdujo el factor en su reforma del 2013 pero aún antes de haberlo concretado se optó por aplazar su aplicación al 2023.

5.- Alargar la edad de jubilación

La reforma socialista del 2011 elevó de 65 a 67 la edad legal de jubilación de forma progresiva, para completar el proceso en el 2027. Lo que se debate ahora es cómo alargar la edad efectiva del retiro, que ahora se sitúa en torno a los 62,7 años (se prevén 64,5 años, en el 2027), por efecto de las jubilaciones anticipadas.

6.- Ampliar el periodo de cálculo

En el 2011 se elevó de 15 a 25 años el periodo de cotización para calcular la pensión y se fijó en 37 años cotizados el acceso al 100% de la base. Pese a estas reformas paramétricas, la pensión media en España se sitúa sobre el 49,5% del salario medio (tasa de sustitución) frente al 42,1% de la OCDE. Una de las cuestiones que se debate ahora es la posibilidad de subir a 35 años o a toda la vida laboral el actual periodo de cálculo de 25 años. Ello reduciría en alguna medida la generosidad del sistema pero a cambio podría ayudar a sus sostenibilidad.

7.- Nuevas fuentes de ingreso

Para atajar el déficit también está en discusión poder destinar parte de la recaudación de impuestos a pagar las pensiones que ahora solo se financian con cotizaciones sociales, o crear algun tributo nuevo (la tasa Google, por ejemplo). También se debate si destinar al pago de pensiones parte de la actual cotización por desempleo, ya que este sistema arroja superávit en su balance.

8.-Fomentar el ahorro privado

El actual modelo de deducciones fiscales ligado a planes de pensiones se juzga ineficaz por el Banco de España, pues se considera queno ha servido para estimular con fuerza el ahorro privado destinado a previsións social. Además, añade el supervisor, beneficia sobre todo a las rentas más altas. Está en debate cómo poder utilizar la vivienda en propiedad de las personas mayores para obtener unos recursos extras para su jubilación mediante distintas fórmulas financieras como la llamada 'hipoteca inversa'.

9.-La brecha intergeneracional

En las discusiones del Pacto de Toledo pesa cómo equilibrar los intereses de la población más joven, cuyas cotizaciones financian las pensiones de ahora, con la necesidad de unas prestaciones suficientes para los mayores. La inestabilidad laboral no ayuda a añadir presión sobre las generaciones más jóvenes. Dentro de estas reflexiones también se toma en cuenta la elevada deuda pública que el sistema dejará en herencia a las nuevas generaciones.

10.- Tasa de dependencia

La demografía presiona sobre el sistema. Previsiblemente, el peso de la población mayor de 67 años respecto de la de edad de trabajar (16-64 años) pasará del 25% actual a estar por encima del 50% en el 2048, según la Autoridad Fiscal. Por eso también se debaten posibles políticas de apoyo a la fecundidad y la inmigración.