El 22 de septiembre, José Luis Rodríguez Zapatero proclamó en The Wall Street Journal: "Creo que la crisis de la deuda que afectaba a España y a la zona euro en general ha pasado". La economía española, sin embargo, se ha visto envuelta en un tornado del que el Gobierno solo ha podido salir con el anuncio de otro plan de choque que incluye privatizaciones, un nuevo y doloroso recorte social, rebaja de impuestos para empresas y un incremento fiscal para los fumadores.

Han sido 15 días en los que los acontecimientos se han ido devorando unos a otros. Antes de decidir el rescate de Irlanda, ya se estaba dando por hecho que después vendría el de Portugal y el de España. Antes de digerir el alcance de unas determinadas medidas, el Gobierno ya se veía impelido a anunciar más, para intentar calmar el apetito insaciable de los mercados.