La situación patrimonial de las familias españolas es saneada, según el Banco de España, pero se observa un mayor vínculo entre el gasto financiero, la evolución de los tipos de interés y el incremento del precio de la vivienda. Como consecuencia de esa situación "entre el 2% y el 2,5% de las familias con créditos pueden tener problemas para afrontar el pago", confirmó ayer José Luis Malo de Molina, director general del Servicio de Estudios del Banco de España.

Según la encuesta financiera de las familias que realiza el banco central, el 43,6% de los hogares españoles tienen algún tipo de deuda. Y los mayores volúmenes de deuda pendiente se encuentran entre los más jóvenes y los hogares en los que trabajan dos miembros. Según el último censo (2001) del Instituto Nacional de Estadística, en España hay 14,2 millones de hogares. Una progresión de las cifras permite aventurar que más de 120.000 hogares tendrían dificultades para afrontar la deuda hipotecaria si empeoran las condiciones.

RIESGO MATIZADO En una conferencia sobre consolidación de deuda pronunciada ayer en la feria Borsadiner, en Barcelona, Malo de Molina recordó que el riesgo está matizado por la evolución del valor de las casas. Así, recordó que en el segundo trimestre del año, los precios subieron por debajo del 10% "por primera vez desde hace muchos", y que la tendencia del tercer trimestre parece mantenerse.

Malo de Molina expuso que el endeudamiento familiar ha pasado en pocos años del 45% de la renta anual disponible al 115% actual. Ese nivel se encuentra aún por debajo del de países como el Reino Unido o EEUU. En todo caso, el dato muestra que el pasivo se ha incrementado en más de un 100%, aunque la carga financiera --los intereses-- ha avanzado a un ritmo menor, un 50%, por el efecto de los tipos de interés. Destacó que la extensión de los plazos para pagar los créditos ha permitido que las familias puedan soportar mejor el incremento de su deuda, aunque "hay un límite para ese alargamiento".

Incluso con el pasivo al alza, se produce una mayor riqueza patrimonial de las familias, que cuentan con la vivienda como primer activo. El patrimonio inmobiliario representa ya más de cinco veces el producto interior bruto (PIB) español. "El proceso de revalorización de la vivienda en la última década es una de las principales causas", comentó.

Malo de Molina subrayó que el fenómeno en auge de la consolidación de deuda (concentración de todos los créditos en la hipoteca) debe vigilarse, "porque puede comportar riesgos adicionales para la estabilidad de las familias". En el mismo acto, Martin Chapman, directivo de Freedom Finance, destacó que el 76% del crédito en el Reino Unido ya es consolidación de deuda.

DEFENSA DE LAS COMISIONES Por otra parte, bancos y cajas esperarán a que el Gobierno concrete la rebaja de la comisión máxima de cancelación de una hipoteca a interés variable del 1% al 0,5% (como avanzó ayer este diario) en el proyecto de la ley hipotecaria para actuar sobre los costes que aplican. Las grandes entidades reconocen que, aunque una hipoteca con un tipo variable se escriture con una comisión máxima del 1%, el interés real de la comisión de cancelación se hace "a la medida", en función de si se cancela la totalidad del crédito o la amortización anticipada es solo parcial.

La Federación de Consumidores en Acción (Facua) acusó al Gobierno de no proteger a los consumidores con la nueva ley, al no introducir ningún mecanismo específico que exima a los titulares de hipotecas de hacer frente a los pagos en situaciones críticas de falta de liquidez.