Unas 3.000 personas se manifestaron ayer ante el Ayuntamiento de Puerto Real (Cádiz) en apoyo de los 1.600 trabajadores que se verán afectados por el cierre de la planta de la multinacional de componentes de automóvil Delphi.

Los concentrados repetirán, de forma "pacífica y civilizada", las concentraciones delante del ayuntamiento siempre que puedan, con "un eslogan que nos diferencia de los yanquis", según Antonio Pina, presidente del comité de empresa. Pina mantiene que optar por el "civismo" ha sido un "acierto" y recalcó el apoyo que están recibiendo de partidos, asociaciones, del ámbito eclesiástico, de la universidad y de compañeros que "vienen hasta de Navarra y de Barcelona".

El comité de empresa no tiene noticias oficiales, más allá de lo que ha publicado la prensa, sobre los intentos de la Junta de Andalucía por sentar a los representantes de la multinacional norteamericana en la mesa, e intentar que cumplan sus plazos de mantener abierta la planta hasta el 2010. En la fábrica, cada trabajador sigue haciendo su turno para mantener abierta la planta las 24 horas y evitar que la cierren cuando no estén.

Irritación de la Junta Ayer continuó la irritación de la Junta con Delphi. Tras la decisión de suspender las ayudas de 8,3 millones de euros aprobadas, el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, afirmó que no van a permitir que la empresa "se ría de nosotros" y tachó la decisión de cierre de "ilegal". La multinacional y la Junta habían adquirido unos compromisos claros, en cuanto al futuro y a las actividades de la empresa, que con esa decisión "unilateral e ilegal de cerrar no cumple", explicó Zarrías a los periodistas en Pedro Abad (Córdoba).

Sobre la petición lanzada por Javier Arenas, presidente del PP en Andalucía, de que el tema central de la reunión del martes entre el presidente andaluz, Manuel Chaves, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sea el incumplimiento de Delphi, Zarrías dijo que Zapatero está "plenamente" informado de la situación. Se mostró también convencido de que desde los ministerios de Industria y de Trabajo harán todo lo posible.

La vicepresidente del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el Gobierno apoyará a los trabajadores de Delphi, pero apuntó que "no siempre es fácil" conjugar la libertad de empresa y los derechos de los trabajadores y de la Administración a que se respeten los pactos "firmados".